27 marzo 2023

Elisea siente | Jorge García Garrido

Diseño de cubierta: Iban Lafont Herrero


 

SINOPSIS

¿Y si fueras capaz de sentir lo que sienten los demás? Descubrirías quién miente, quién está triste, quién te desea, quién es un perturbado. ¿Y si no pudieras controlarlo? Tendrías un verdadero problema para saber cuáles son tus propios sentimientos y harías lo que no estás dispuesto a hacer.

Elisea, asesora de la policía, posee ese don y lo utiliza para intentar atrapar a un asesino en serie con características sobrehumanas que aterroriza a la ciudad.


OPINIÓN PERSONAL

Elisea posee una empatía fuera de lo común que linda con lo esotérico. No solo siente como propias las emociones de los demás, también es capaz de percibir los cinco sentidos. Si se concentra mucho, puede ver a través de tus ojos. Recibió su don antes de nacer y recuerda incluso las emociones que sintió su madre en coma durante el embarazo. 

En un intento desesperado de comprender la psique humana, estudió la carrera de psiquiatría con un máster en psicología. Fue en vano: ella es un caso único. Pero su preparación académica le ha servido como "coartada" para asesorar a la policía en los casos más complicados.

Meter un don como el suyo en un thriller psicológico con tintes paranormales es una empresa arriesgada. Por muchos elementos que introduzcas para crear falsos sospechosos, nadie puede burlar la percepción de una sensitiva como ella. Por mucho que camine en círculos, todos los pasos que da nos conducen al mismo punto. ¿Habrá un giro inesperado de última hora? Todo es posible si es forzado.

Cuando un asesino en serie vuelve a actuar en la ciudad, dos policías bastante cuestionables harán lo imposible para, esta vez sí, descubrir su identidad. Por supuesto, la investigación avanza gracias a las intuiciones de Elisea. Pero no se trata solo de su don, las casualidades que se dan a lo largo de la novela son casi un milagro.

Se echa de menos que la policía y Elisea sean un tándem, ya que la investigación recae únicamente en su empatía y buena suerte. No hay trabajo de documentación o bien ha ignorado los protocolos a sabiendas. Dentro y fuera de la comisaria, se dan circunstancias con cero credibilidad que hacen saltar el código deontológico por los aires.

En cuanto a la parte psicológica, que es la que más cerca me toca, he perdido la cuenta de todas las veces que los personajes llaman loqueros a los psiquiatras, aunque esto se puede entender como una opinión personal que ellos manifiestan. Menos me ha convencido el estigma que sobrevuela las mentes enfermas, ya que las conductas de monstruo se han resuelto con un trastorno psiquiátrico de manual.

Los personajes están construidos con cierta coherencia y todos tienen un pasado. Pero si bien estigmatiza trastornos como la esquizofrenia, normaliza líneas que yo me niego a cruzar.

El final abierto promete más libros con Elisea como protagonista.


«Eres escoria y crees que es culpa de los demás.»


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