Fotografía de la cubierta: Joshua J. Cross
SINOPSIS
Como todos los veranos, Tom y Abigail, dos hermanos de trece y quince años, aguardan con ilusión el momento en que harán las maletas en busca de unas merecidas vacaciones junto a sus padres en la vieja y ahora solitaria casa del abuelo Dawson, en el pequeño pueblo costero de Riverdown; sin embargo, ninguno de los miembros de la familia podría haber sospechado que, en el momento que cruzaron aquel umbral cargado de recuerdos, unas oscuras fuerzas comenzarían a moverse muy lejos de allí con la intención de guiarles a través de un camino repleto de sombras que habría de llevarles a resolver un misterio familiar que dormita desde hace más de treinta años enterrado entre los escombros de la guerra y la resaca de la Gran Depresión.
OPINIÓN PERSONAL
1963. La familia Dawson se dispone a pasar el verano en la casa que acaban de heredar en un pequeño pueblo de Riverdown. Desde que llegan, tienen impulsos raros, como si una maldición pesara en este sitio y unas fuerzas oscuras estuvieran guiando sus pasos. ¿Pero con qué propósito?
Por decisión de su padre, los hermanos Dawson acaban pasando unos días en el campamento Wardford, un paraje natural aislado en un valle del norte y envuelto en una atmósfera extraña, donde Tom y Abigail hallan un palacete abandonado en el corazón del bosque.
«¿Nunca has estado en algún lugar que te pone los pelos de punta y al mismo tiempo hace que te invada una sensación desagradable? Como si algo te dijese que no debes estar allí...»
Si te gustan las novelas sobre casas encantadas, Al alba de la medianoche es «una historia de misterio y hoguera» donde una herencia nos llevará a la Inglaterra del siglo XIX. La ambientación está muy lograda y para mí es uno de los puntos fuertes.
Los sucesos paranormales que tienen lugar en el campamento son inquietantes, en parte porque no sabes qué forma "física" adoptará esta presencia fantasmal cuando, después de tantos años, los secretos de la familia salgan a la luz. Me he pasado toda la novela en tensión, preparándome para un estallido de terror.
La falta de supervisión y el poco protagonismo de los monitores, así como del resto de niños, es algo que no pasa desapercibido. Pareciera que el grupo de amigos estén solos en medio de la nada, ya que se mueven a placer sin rendir cuentas a nadie. Sin embargo, la investigación de los hermanos es muy emocionante y los capítulos que relatan los hechos pasados suplen de sobra al resto de personajes.
El estilo narrativo a veces peca de recargado. No digo que esté mal, solo que es una prosa enrevesada, con florituras y descripciones complejas, para leer con calma. Su lectura me ha costado en algunos párrafos, aunque el ritmo es más fluido en los textos que acompañan a los diálogos y en general aprueba con nota.
¿Lo recomiendo? Sin duda sí, es una trama sólida y bien construida. Las últimas páginas tienen en cuenta los detalles que se han mencionado a lo largo de la novela, cerrando un círculo muy premeditado. Una novela que te atrapa y te deja con ganas de volver al autor.
«El infierno no es nada comparado con lo que tenemos aquí.»
«Creo que hay una historia que, por algún motivo, se ha quedado inconclusa... Si la desentrañamos, quizá podamos darle el final que necesita.»
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