02 marzo 2019

Harriet | Elizabeth Jenkins

Traducción: Catalina Martínez Muñoz | Editorial: Alba



SINOPSIS

Esta novela, escrita en 1934 y un éxito de ventas en su día, reconstruye el llamado «misterio de Penge», que estremeció a la sociedad victoriana de 1877. Harriet es una mujer de treinta y dos años, elegante y adinerada, ya en posesión de su propia herencia; pero es también lo que «los vecinos del pueblo» de donde procede su madre llaman «tontita». Esta alma cándida y simple conoce un día, mientras pasa una temporada en casa de unos parientes pobres, a Lewis Oman, empleado en una casa de subastas, el cual no tarda en pedir su mano. La boda se celebra y Harriet, a merced de su marido y de la familia de éste, entra en una pesadilla que nadie habría sido capaz de imaginar. Elizabeth Jenkins compone una brillante historia de seducción y engaño que progresa como una novela de horror, con un suspense casi irrespirable.


OPINIÓN PERSONAL

Desde las primeras páginas, Harriet es una novela asfixiante. Todo comienza con las vidas apacibles de dos familias que solo comparten un vínculo económico: la herencia de Harriet. Sin embargo, las descripciones pausadas de sus quehaceres cotidianos son una tortura emocional. Las mujeres siempre anteponen la felicidad de sus parejas a su propia moralidad, en una actitud sumisa que compone un mosaico de situaciones inverosímiles. Los hombres ejecutan acciones despreciables mientras las mujeres consienten en silencio, mirando hacia otro lado e idolatrando a los autores del crimen. Su devoción es enfermiza.

El ritmo narrativo es bastante lento, pero ese ritmo pausado nos permite apreciar las menciones sutiles que se esconden tras algunas expresiones ambiguas. La narrativa de Elizabeth Jenkins me ha parecido muy elegante en ese sentido. La autora no es nada explícita a la hora de mencionar los detalles más espeluznantes del caso, pero sus palabras aluden perfectamente al maltrato psicológico y físico al que es sometida Harriet sin necesidad de nombrarlo. Por el contrario, ahonda con total descaro en los pensamientos más íntimos y descarnados de los protagonistas.

El epílogo no es menos interesante que la novela, ya que resume los hechos reales de principio a fin, especificando cómo fueron las vidas de esas personas hasta la hora de su muerte. Por otra parte, las anotaciones finales también ofrecen una excelente biografía de la escritora, incluyendo una reseña de su obra: “Jenkins tiene una capacidad singular para descifrar los códigos psicológicos y desentrañar la lógica más enrevesada”.


«Se sentía profundamente desgraciada, como solo pueden llegar a sentirse las personas egoístas y desconsideradas.»


No hay comentarios:

Publicar un comentario