Traducción: María Celina Rojas | Editorial: Puck
SINOPSIS
Esta deliciosa y espeluznante novela de terror tiene una trama inspirada en los asesinatos de Jack el Destripador y un final inesperado que te helará la sangre…
Audrey Rose Wadsworth, de diecisiete años, nació como la hija de un Lord, con toda una vida de riqueza y privilegios por delante. Pero entre las fiestas de té y los vestidos de seda lleva una vida secreta prohibida.
En contra de los deseos de su severo padre y las expectativas de la sociedad, Audrey se escapa frecuentemente al laboratorio de su tío para estudiar la espantosa práctica de la medicina forense. Cuando su trabajo en una serie de cadáveres asesinados salvajemente la arrastra a la investigación de un asesino serial, su búsqueda de respuestas la llevará muy cerca de su propio mundo protegido.
OPINIÓN PERSONAL
Los primeros capítulos me han intrigado muchísimo, pero después la historia decae hasta aburrir y me ha costado un poco finalizar su lectura. Me esperaba una investigación un poco más oscura, pero las pesquisas de la pareja se vuelven cada vez menos interesantes. Su manera de reflexionar no deja de parecerme un poco extraña. Y las primeras conclusiones son casi fantasía.
Audrey Rose es una protagonista un poco tontita, las cosas como son. Pero me cae relativamente bien y le concede un toque feminista a la época. Un detalle que se repite hasta la saciedad para dejar bien claras sus pretensiones. Por otro lado, la perspicacia de Thomas me parece exasperante. Si bien es cierto que me divierte cómo provoca a Audrey Rose, su continua verborrea me llega a cansar.
La autora se ha documentado bastante, pero creo que la referencia a Jack el destripador no era necesaria. Puesto que es la "adaptación" menos realista que he leído hasta la fecha y la historia funcionaba igual de bien sin hacer alusión a un asesino famoso.
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