Diseño de cubierta: Jorge García Martínez
SINOPSIS
El Libro de los Elegidos es una novela de ficción fantástica que narra, a través de los diferentes puntos de vista de los personajes, el viaje por Europa de los Hijos Fríos de la Noche. Sus traiciones y sus ansias de poder. La huella de esas almas yermas que recorrieron innumerables noches de piedra en busca de alguna luz.
OPINIÓN PERSONAL
Cuando era un niño, Günter Herzvog encontró una piedra abandonada en el lecho de un río, un pequeño tesoro que emitía destellos de luz. Günter soñaba con ser alquimista y desentrañar los secretos del mundo, pero la joya lo ha convertido en un Elegido en contra de su voluntad.
En principio, la tarea de escoger nuevos Elegidos recae sobre el Custodio de la Joya, pero este rehuyó de su responsabilidad hace años. Aristeo Di Giorgias, el Custodio del Libro de los Elegidos, lleva años sin anotar ningún nacimiento en un tomo que recopila la historia de su estirpe.
Alertado por los patrones de conducta del nuevo Elegido, Aristeo acude a él y juntos marchan a Europa oriental convertidos en maestro y aprendiz. A su lado, Günter aprenderá a desempeñar el papel que les han otorgado. Su misión como Enviados de Dios consiste en aliviar las almas de los pecadores bebiendo su sangre. El precio que pagan por alimentarse del pecado es vivir para siempre.
«Nosotros somos soldados del Señor, armados con la bendición de no morir y condenados a cargar con los pecados de aquellos a los que liberamos. Somos los Elegidos para erradicar el pecado de este mundo y ayudar a los hombres a encontrar el camino correcto.»
«Si no somos enviados de Dios para corregir el pecado del mundo, no sé qué seremos. ¿Unas criaturas viejas y solitarias, privadas de la virtud para morir? ¿Somos acaso unos locos tristes y perdidos? Si no somos Elegidos, no somos nada.»
La novela recorre el mapa mundial durante siglos, describiendo en profundidad las desavenencias entre maestro y pupilo. Alternando entre ambos, vamos conociendo las motivaciones de cada uno y su visión del mundo. Aristeo tiene una forma de ver el mundo que se ha quedado obsoleta, mientras que Günter persigue un nuevo orden mundial que los aboca a una guerra encarnizada.
Aristeo y Günter tienen varios desencuentros a lo largo de siglos, ambos Elegidos huyen y se persiguen por una Europa cambiante. Unas veces perciben su presencia a kilómetros, puesto que tienen los sentidos amplificados, y otras aprenden a pasar desapercibidos. Muchas veces he sentido que los dones se adaptan en función de lo que se necesite en cada momento.
La presentación de la Bestia y de las tres Reliquias que ansía dominar se me hizo un poco larga, aunque necesaria. Günter me resulta un villano volátil y contradictorio, su discurso introduce pequeñas variaciones que no siempre están justificadas, y ese aire irracional lo convierte en un loco demente.
No me ha convencido mucho la filosofía de los Elegidos, más que Enviados de Dios me han parecido vampiros con ínfulas. Revisitan un gran clásico desde un enfoque novedoso, algo que me ha llamado poderosamente la atención. Hombres y Elegidos lucharon juntos contra un tirano en el pasado, pero la historia de la Guerra Primigenia es confusa. Durante la creación de las tres Reliquias me he perdido.
A medida que avanzamos, los autores introducen un sinfín de personajes, algunos son viejos conocidos, pero otros son nuevos Elegidos. Mi favorita de lejos es Sophia Mücevher, la niña que conoció la bajeza humana, la Elegida que sobrevivió a la Bestia. Sophia ha sido obligada a llevar una vida que no ha elegido y no acepta lo que es. Siempre se ha posicionado en tierra de nadie y equilibra la balanza.
El final me ha dejado una sensación agridulce, de haber leído algo diferente, pero no haberlo disfrutado. La historia se me ha hecho larga en algunos capítulos y no siempre le encuentro sentido. Los personajes tienen un arco bastante sólido, son vidas que se van cruzando, separando y ligando de las formas más insospechadas, pero muchos interrogantes se quedan sin respuesta.
«El mal siempre termina volviendo.»
«La vida enseña, y quien continúa es un superviviente.»
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