Traducción: Jesús Jiménez Cañadas | Diseño de cubierta: Andrés Sáez | Editorial: Red Key Books
SINOPSIS
Amahle es una light chaser, una surcaluz que viaja por el universo recopilando los recuerdos de los habitantes de los mundos distantes a cambio de baratijas.
Sin embargo, este último viaje guarda una sorpresa para Amahle. En uno de los collares de memoria recogidos encuentra un inquietante mensaje oculto que la interpela directamente. Este descubrimiento será solo el principio de algo que trastocará su visión de la realidad y dará al traste con todo lo que hasta ahora había dado por seguro.
Algo siniestro se oculta tras la supuesta estabilidad del Dominio que ha proporcionado a los humanos milenios de paz y seguridad. Y ella es la única que puede acabar con ello, aunque el precio a pagar puede que sea demasiado alto.
OPINIÓN PERSONAL
Año 28367 en el calendario de Vieja Tierra. Amahle nació humana, pero han pasado siglos desde que la modificaron con un ADN sintético. Su condición le ha permitido vivir más que cualquier humano y viajar por el espacio a una velocidad cercana a la de la luz, viajes que duran años en el tiempo de su nave y décadas en tiempo real.
Amahle es la capitana y única tripulante de Mnemósine, una nave de dos kilómetros controlada por una IA consciente. Durante miles de años, su trabajo como surcaluz ha consistido en recorrer un circuito de planetas colonizados por el Dominio con el único propósito de recolectar los collares de memoria que pasan de generación en generación y almacenan los recuerdos de diferentes civilizaciones.
Todos los mundos que forman parte del circuito son estáticos, los Elevados han diseñado cada planeta habitado con un único objetivo: la estabilidad. Aunque diferentes, las sociedades están atrapadas en estructuras económicas específicas y en ningún rincón del universo hay progreso, ni social ni tecnológico.
Los collares sirven para sumergirse en otras vidas y otras culturas, como quien lee un libro, pero adentrándose en los recuerdos íntimos de humanos que llevan siglos muertos. Amahle ameniza sus días contemplando sus vidas, hasta que descubre un misterioso mensaje, alguien que intenta ponerse en contacto con ella.
Si bien es una novela bastante breve que se centra en lo imprescindible, el trasfondo social es inmenso y me ha fascinado. Por un lado, encontramos la clásica distopía de circo, aristócratas que se entretienen con el sufrimiento de los desfavorecidos, viendo a los pobres como el espectáculo de los poderosos.
A través de figuras novedosas como los Eternos o la surcaluz, revisitamos la batalla entre la estabilidad y el cambio, la creciente rebelión de los oprimidos a quienes se les niega el progreso y la educación. No conozco la intención primera de la obra, pero es un libro con múltiples lecturas que se vale de la ciencia ficción para retratar la más cruda realidad.
También nos habla de nuestro deseo de sentirnos vivos en esta soledad, la búsqueda de recuerdos no es otra cosa que llenar nuestra existencia de emociones. Amahle reflexiona sobre la realidad, la percepción y el sentido de las almas, hilando una trama concisa que explica bien los conceptos más teóricos, es una lectura bastante ligera. Tal vez demasiado para los términos que maneja, puede que a nivel científico contenga algunos saltos y pequeñas lagunas. Pero merecen la pena.
«Todo tipo de cosas malas podían pasar cuando quienes ostentaban el poder veían amenazado o disminuido su estatus.»
«El espíritu humano es capaz de alcanzar maravillas, pero solo cuando se lo deja en libertad.»
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