07 abril 2017

Puerto escondido | María Oruña

Editorial: Destino


SINOPSIS

Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.


OPINIÓN PERSONAL

¿Por dónde empiezo? Me encantan los personajes. Los protagonistas de esta novela no son los típicos superhéroes, policías con capacidades casi sobrehumanas. No, son personas de carne y hueso, tan realistas que a veces duelen. Además, los personajes son de lo más variopintos y la psicología de todos está perfectamente construida. En cada momento, presumen de una personalidad totalmente creíble. Por otro lado, vamos conociendo sus secretos más oscuros poco a poco, a través de conversaciones. Real como la vida misma. Sinceramente, al finalizar esta lectura, me he quedado con unas ganas tremendas de conocer mejor al resto del equipo que trabaja bajo las órdenes de la teniente Valentina Redondo y, especialmente, la historia familiar de Oliver.

Puerto escondido es una novela muy completa que me ha sorprendido muy gratamente. Se trata de una historia intrigante que recomiendo. Sin ninguna duda, me encantaría leer la continuación de esta serie porque su forma de narrar, la historia, los personajes... absolutamente todo el contenido de esta novela me ha entusiasmado. Algunos secretos eran del todo predecibles, otros no tanto. Pero aún así, cada vez que se se confirmaban mis sospechas, me quedaba pasmada con el pasado que esconden las cuatro paredes de Villa Marina.

La novela presenta dos tipos de narrativa. En primer lugar, un narrador en tercera persona nos relata los hechos más actuales. Es decir, los crímenes que están teniendo lugar en Cantabria desde la llegada de Oliver a la provincia. Pero estos capítulos se van alternando con las páginas de un diario en el que alguien nos confiesa los crímenes que tuvieron lugar en el pasado. Me vuelven loca las novelas que, como ésta, entremezclan pasado y presente con dos tipos de narrativa. En definitiva, creo que el caso que investiga el equipo de Valentina Redondo no sería el mismo sin la existencia de ese misterioso diario en el que se nos va revelando la historia de Jana, una muchacha humilde, aunque ambiciosa, que sobrevivió a la guerra civil. Debo decir que, aunque durante las primeras páginas me costó hacerme a una prosa tan compleja, la pluma de María Oruña es impecable. 

Y por supuesto, me ha maravillado el retrato que hace de Cantabria. Poder leer una novela en la que aparecen lugares que conoces de primera mano es una auténtica gozada. Sobre todo, cuando la autora se ha esmerado tanto en describir fielmente cada pequeño detalle, cada paisaje y costumbre. Su lectura me ha parecido especialmente interesante porque ha plasmado perfectamente cómo vivían mis bisabuelos y abuelos durante la guerra civil y la posguerra. Esta parte de la novela no podría parecerme más emotiva, sin entrar en dramatismos innecesarios. 


«¿Sabes dónde reside el verdadero peligro? En lo imprevisible. ¿Sabes cuáles son los guerreros más peligrosos? Los que sienten que no tienen nada que perder. ¿Sabes qué puede volver fría y despiadada a una mujer? La ambición».


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