Ilustración de cubierta: Alva Aur | Editorial: Orciny Press
Nuestros sistemas de creencias se derrumban tras la aparición de las «huellas», una serie de espectros que no responden a ningún estímulo, en lugares aleatorios. Pueden aparecer en medio de la calle, de la montaña o dentro de tu casa, y nadie sabe el porqué ni su propósito. A pesar de su inacción, provocan el desmoronamiento de la sociedad.
Coordinado por Álvaro Aparicio. Con textos de: Miguel Ángel Aispuro, Santiago Eximeno, Isabel Galán, Regino García, Miguel Garrido de Vega, Dani Guzmán, David Jasso, Marta Junquera, Miguel Ramírez Moreno, Antonio Sancho, Víctor Sellés, Rubén Serrano, Sére Skuld y Diego Soler.
OPINIÓN PERSONAL
Atlas Negro es una antología de terror apocalíptico, pero no es una colección de relatos al uso donde cada escritor redacta una historia independiente del resto. Todas las voces narrativas son afluentes de una trama principal fraccionada que ocupa prácticamente la misma extensión que el resto de relatos juntos. Los relatos escritos por diferentes autores, a modo de novela coral, son testimonios personales que describen momentos más concretos del apocalipsis, mientras que la historia de Mael es el hilo conductor que va tejiendo y ordenando cronológicamente todos los escenarios en un mosaico de lo más inquietante.
Me cuesta resumir la trama sin destrozarla porque es inmensa y merece la pena descubrirla por uno mismo, pero voy a intentarlo con mis propias palabras. Las huellas son una suerte de fantasmas, muertos de otras épocas regresando a este plano que habitamos. En principio, no interactúan con nosotros, simplemente están ahí, ni siquiera parecen percibirnos. Pero a medida que se multiplican, también su naturaleza evoluciona y todo parece anunciar que el fin del mundo es inminente.
Decir que la ambientación me ha parecido de quitarme el sombrero sería quedarme corta, me quito el sombrero y el cráneo. Tremendo trabajo de escritura todos los autores que han formado parte de una antología tan jodidamente brillante, la prosa es elevadísima. He leído cada relato como una pequeña píldora, digiriendo bien todos los detalles. No es un libro para matar la tarde, tiene tanto poso y contenido que se desborda en el cerebro. He aplaudido hasta con las orejas.
Se describe como una antología de terror apocalíptico, pero creo que va más allá. Atlas Negro retrata un apocalipsis que entiende la religión desde un punto de vista casi épico, recreando una nueva mitología. Los amantes del género sabrán apreciar mejor que yo todas las referencias a leyendas más... ancestrales. Y todo ello aderezado con los testimonios en primera persona de una sociedad deshumanizada que se encuentra a un paso del colapso social.
«La realidad hace aguas por todas partes.» Pocos apocalipsis me han gustado tanto.
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