Traducción: Juan Carlos Gentile Vitale | Editorial: B de Blok
SINOPSIS
Alex Loira, un chico italiano de dieciséis años, cae al suelo desmayado en medio de un partido de baloncesto. En ese mismo momento, Jenny Graver, una chica australiana de la misma edad, también se desvanece en su casa.
En los últimos cuatro años esta clase de sucesos se ha venido repitiendo con frecuencia. El hecho es que Alex y Jenny se comunican telepáticamente y, ansiosos por conocerse, se citan por fin en el muelle de Altona Beach, en Melbourne. Ambos están allí. O al menos eso dicen.Porque ninguno puede ver al otro.
Marco, un amigo de Alex, descubre que se trata de la teoría del Multiverso: nuestras vidas se desarrollan de manera distinta en una infinidad de dimensiones paralelas. En el mundo de Alex, Jenny murió a los seis años. En el mundo de Jenny, Alex existe pero no es su amigo.
¿Cómo podrán encontrarse? O mejor todavía, ¿cuándo y dónde podrán encontrarse?
OPINIÓN PERSONAL
Alex Loria vive en Italia y Jenny Graver, en Australia, pero desde hace cuatro años padecen extraños desvanecimientos en los que perciben la presencia el uno del otro y mantienen diálogos telepáticos. La novela arranca cuando Alex le pide ayuda a su amigo Marco, un genio de la tecnología, para encontrarse con Jenny.
Como bien adelanta el título, Alex y Jenny tienen la capacidad de atravesar el umbral entre dos mundos y aparecer en un espacio-tiempo alternativo ocupando sus cuerpos en un universo paralelo. La historia se centra en el descubrimiento de este poder y cómo encaja su amor a distancia en la trama principal. Y todo ello, mientras la humanidad está en peligro, no sabemos por qué.
Los protagonistas son Alex, Jenny y Marco, aunque la investigación de Marco no me interesa mucho, es un personaje casi secundario. Descubre información que será relevante y se mantiene en contacto con Alex, pero su papel no cambia los hechos: esa información se presenta por otras vías y Alex podría organizarse de otra manera.
El giro final resulta conveniente y caótico, el poder de los adolescentes se adapta a la historia principal y descubren nuevas peculiaridades, con misteriosos flashbacks del pasado. Se mueven por el mapa de maneras erráticas, los mundos alternativos no sorprenden, la ciencia ficción (o fantasía urbana) no tiene lógica y su búsqueda se alarga hasta el aburrimiento.
Por último, es un romance sin chispa. Alex y Jenny no comparten una historia de amor que nos enamore con ellos a medida que se conocen mejor, se gustan porque parecen predestinados a hacerlo.
Continúa en Memoria, pero abandoné la trilogía en el segundo libro.
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