Traducción: Baltasar Porcel, Marc Jiménez | Fotografía de cubierta: Noah Goodrich | Editorial: Libros del Asteroide
SINOPSIS
Francesc y Emili, dos exsoldados republicanos que trabajan para el ejército francés, son capturados por las tropas nazis. Deportados al campo de concentración de Mauthausen junto a otros excombatientes españoles, allí empezará para ellos una experiencia terrible que los convertirá en testigos y víctimas de la llamada «internacional del dolor».
El relato se centrará en Emili, quien logrará sobrevivir haciendo dibujos pornográficos para los SS. A través de él se nos muestra el funcionamiento de los campos: la corrupta red de Kapos, las distintas clases de reclusos, el terrible sistema de exterminio, la malnutrición…; la inhumanidad, en definitiva, de uno de los episodios más tristes de nuestra historia.
Amat-Piniella escribió esta novela basándose en su experiencia como prisionero durante casi cinco años en distintos campos de concentración nazis, su intención era perpetuar la memoria de los miles de españoles que estuvieron internos en ellos. Según él, la forma novelística era «la más fiel a la verdad íntima de los que vivimos aquella aventura».
Publicado por primera vez en 1963, K. L. Reich es, seguramente, el mejor libro que se ha escrito nunca en España sobre la experiencia en los campos.
OPINIÓN PERSONAL
K.L. Reich es una novela que hay que leer con calma y estómago, aunque el autor se modera bastante con los temas escabrosos. Su prosa es magnífica porque describe los horrores desde un punto de vista más bien psicológico. Esto es, cómo el paso de los días va mellando la moral de las víctimas y convirtiéndolas a su vez en verdugos. Cómo el ser humano hace lo imposible por sobrevivir una vez le han arrebatado su humanidad.
Me he pasado casi todas las páginas con muchísimas ganas de llorar, porque las descripciones que hace del lugar y de los hechos te provocan auténtica impotencia y una claustrofobia desquiciante. Me horroriza pensar que está basada en hechos reales. Cuando finalizas su lectura, no eres la misma persona.
Su huella es demasiado dolorosa.
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