06 marzo 2019

El lado oscuro | Una vida oculta 1 | Sally Green

Traducción: Sonia Verjovsky Pol | Editorial: Gran Travesía


SINOPSIS

Inglaterra, época actual. Nathan Byrn sabe que no es como los demás. Aunque su madre era una respetada Bruja Blanca, su padre pertenece al linaje de los temibles Brujos Negros, lo cual hace de él un ser dividido que se debate entre la luz y las tinieblas. Este origen no le permite integrarse plenamente a la comunidad Blanca, la cual lo trata con desprecio y recelo. El hecho de que Nathan sea, además, hijo de Marcus, el más temido y odiado de los Brujos Negros, sólo sirve para empeorar su situación. El Consejo de los Brujos Blancos ha decidido someterlo a un control brutal para evitar que su lado sombrío se imponga. No obstante, llega el momento en el que Nathan decide convertirse en el dueño de su destino: será él y nadie más quien determine su camino.


OPINIÓN PERSONAL

El mundo está dividido en brujos blancos, brujos negros y fain (humanos sin magia). Bueno, también existen los mestizos, que son hijos de brujos y fain. Pero Nathan no es un mestizo. Nathan es, al mismo tiempo, un brujo blanco y un brujo negro. Su madre era una bruja blanca y su padre es un brujo negro. Pero no cualquier brujo negro, no. Marcus es el brujo negro más poderoso. Pero a nadie le importa su lado blanco. El Consejo solo está interesado en su lado oscuro y poco menos que lo tienen en arresto domiciliario. Ah, sí. Se me olvidaba. Los brujos negros están todos condenados a muerte desde su nacimiento. Obviamente, Nathan fue un hijo no deseado y ahora tiene que cargar sobre su conciencia con el suicidio de su madre, una bruja blanca respetable.

Nathan no conoce a su padre, pero no se ha quedado solo en el mundo. Su abu lo ha criado, en compañía de sus tres hermanastros: Arran, Deborah y Jessica. Los dos primeros son adorables y quieren a Nathan tal y como es. Pero Jessica es una chica odiosa que sueña con convertirse en cazadora de brujos negros. Ya os podéis imaginar cuánto quiere a Nathan. Pero no es la única. Nadie acepta que Nathan se convierta en un brujo blanco porque tiene genes de brujo negro. Pero ¡ojalá! nunca se convierta en un brujo blanco, porque la inmensa mayoría de los brujos blancos son personas odiosas dispuestas a torturar a un pobre niño que no tiene ninguna culpa de su herencia genética. (Y luego se sorprenden de que el día de mañana se convierta en un brujo negro con sed de venganza.)

El caso es que nadie quiere a Nathan cerca (ni vivo), pero de todas formas tiene que integrarse con los humanos normales y corrientes, como si fuera uno más. Nadie te acepta en tu mundo, ¿te van a querer en el mundo fain? Pues va a ser que sí. Porque en la escuela fain conoce a una bruja blanca que no le juzga por tener un lado oscuro. Pero no es cualquier bruja blanca, no. La familia de Analaise es una familia de brujos blancos de élite. Así que estos dos tortolitos viven un romance prohibido que a mí no me ha convencido. El sentimiento de amor es demasiado inmediato y nada creíble. Sí, los momentos que comparten son dulces y muy tiernos, pero a mí la chica no me enamora por muy buena persona y guapa que sea, porque también es muy tontita.

Por cierto, se supone que las brujas son más poderosas que los brujos. Mucho más poderosas. Entonces, ¿por qué Nathan vive en un mundo gobernado, principalmente, por hombres? ¿Por qué el protagonista es un adolescente buenorro, hijo de un brujo negro alucinante? Resulta demasiado contradictorio que los protagonistas más poderosos de la novela sean hombres y no mujeres. Y lo peor de todo es que Analaise es una mujer florero, una dama en apuros. ¡Por favor!

Por último, en esta novela abundan los personajes que solo están de paso. O que solo están ahí para que la historia pueda seguir avanzando pero que, en el fondo, no tienen ningún peso real dentro del argumento. De modo que, al final, no me he encariñado con ninguno.

Las primeras páginas me han parecido un horror porque no soporto que los autores escriban como si el protagonista de la historia fueras tú. Gracias a los cielos, el resto del libro está escrito en primera persona por el propio Nathan. Del mismo modo, durante los primeros capítulos, la historia avanza y retrocede en el tiempo, así que es un poco lío. Pero enseguida adquiere un orden cronológico.

En general, me ha parecido una lectura amena. O mejor dicho, yo no diría que sea un libro especialmente aburrido a pesar de que algunos capítulos se me han hecho mucho más pesados de leer, sobre todo los primeros y los últimos.

La historia no es nada del otro mundo, pero es un libro entretenido. Eso sí, contiene menos acción de la que me esperaba, la mayoría de los personajes carecen de contenido y toda la novela gira en torno a un único protagonista adolescente que pasa las de Caín y aún así sigue siendo buena persona. Toda la emoción recae en las escenas de violencia, solo empatizo con Nathan cuando lo pasa mal.

Por otro lado, se suceden un montón de situaciones absurdas y poco creíbles. En definitiva, es una novela con muchísimo más relleno del que me esperaba. La historia arranca muy bien, pero a medida que avanza, todo se vuelve menos interesante y más repetitivo. El mundo mágico que se ha inventado hace aguas por todas partes y no aporta nada nuevo al género. Sí, me han gustado los paralelismos con el mundo real, pero todo lo demás me sobraba.

La edición es bastante aceptable, pero la traducción necesita una segunda revisión. Eso, o los fallos cometidos por la autora no han sido corregidos, porque muchas veces no se sabe si los errores pertenecen al manuscrito original o a una traducción defectuosa. En esta ocasión, me he encontrado con innumerables guiones fuera de lugar, otros que brillan por su ausencia; la estructura de algunas frases es un poco rara y un par, directamente, no tenían demasiado sentido. En resumen, se deja leer y se hace entender.


«Lo maravilloso del odio es que te despoja de todo para que no te importe nada más». 

«Esto es tu cuerpo, no tú. Hay algunos de los genes de Marcus en ti. Eso es físico. Y las cosas físicas, los genes, tu Don, no son las que hacen a un Brujo Negro. Lo que muestra quién eres es cómo piensas y cómo te comportas».


No hay comentarios:

Publicar un comentario