Editorial: Libros del Asteroide
SINOPSIS
Leonard es un joven aspirante a escritor en el Nueva York de los años sesenta. Un día conoce a Sylvia en el apartamento de una amiga en el Village y queda totalmente subyugado por su belleza. «La cuestión de qué hacer con mi vida en los cuatro años siguientes quedó resuelta», recordará casi tres décadas después.
Sin embargo, la convivencia no resultará fácil. Su relación saldrá pronto de la alegría y la bohemia de los locales de jazz de la época y caerá en el desánimo y las peleas. Un amor tempestuoso y trágico que causa en la vida del joven Leonard una conmoción similar a la que las nuevas costumbres estaban provocando en la sociedad norteamericana del momento.
Escrita con extraordinaria claridad y precisión, Sylvia es una novela autobiográfica sobre el poder destructivo del amor que retrata de manera fascinante la intimidad de una pareja. Leonard Michaels fue uno de los autores norteamericanos más admirados de la segunda mitad del siglo XX; Sylvia, en la que trabajó incansablemente durante años y que fue publicada en su forma definitiva en 1992, seguramente sea su mejor obra.
OPINIÓN PERSONAL
Empecé esta lectura de la peor manera posible: con un prólogo interesante como reseña, pero escrito con un vocabulario pedante que te quita las ganas de leer el libro por miedo a que la prosa del autor sea igual de enrevesada. Y para colmo, nos cuenta cómo termina la historia. Recomiendo leer el prólogo una vez finalizada la novela, como complemento, y nunca como introducción.
Si bien es cierto que con el prólogo habría tenido suficiente, ya que la novela me ha parecido insufrible. La prosa del autor ha sido un suplicio para mí. Demasiado cargante y tediosa, describe hasta el más mínimo detalle para construir un contexto tan amplio que no era, para nada, necesario. Porque te lo cuenta absolutamente todo, aunque no sea relevante. Pareciera que la historia no termina de arrancar y que los personajes ni avanzan ni evolucionan. Para ser sincera, me han entrado unas ganas tremendas de cerrar el libro desde la primera página.
Sylvia es una novela autobiográfica en la que trabajó incansablemente durante casi tres décadas. Su gran obra retrata la intimidad de una pareja abocada al fracaso, aunque está protagonizada por un amor destructivo y trágico que causó en la vida del joven Leonard una conmoción similar a la que las nuevas costumbres estaban provocando en la sociedad norteamericana de los años sesenta.
En 1960, después de seguir dos cursos de doctorado en Berkeley, Leonard regresó a Nueva York sin un título, sin la menor idea de lo que haría y con el único deseo de escribir relatos. Su padre daba a entender, sin palabras, que no había hecho nada para satisfacerlo. Y su madre le trataba como si todavía fuera un niño.
Un día, Leonard conoce a Sylvia Bloch en el apartamento de una amiga y se queda hipnotizado por el fulgurante efecto exótico de la mujer. Podría decirse que no hubo comienzo, esa misma noche hicieron el amor como si se conocieran de toda la vida. A la semana siguiente, se mudaron juntos de ciudad, pero el final de su convivencia estaba escrito desde un principio. (concretamente en el prólogo)
Resulta que Sylvia era una mujer neurótica que le manipulaba, chantajeaba, amenazaba, maltrataba... pero Leonard no podía, ni quería, renunciar a ella porque la amaba y necesitaba pese a todo. De modo que su relación se vuelve cada vez más catastrófica y las peleas pasan a formar parte de su rutina.
Un relato relativamente duro porque la locura de Sylvia no es plato de buen gusto, pero no me identifico con ninguno de los dos (y eso que de neurosis entiendo un poco) ni comprendo la actitud de Leonard frente a la adversidad. Una novela muy aburrida que no me aporta nada de interés, más allá de conocer mejor la traumática biografía de este autor. El día a día de la pareja se repite hasta la extenuación.
«Aun cuando la amara, en cierto modo, y siempre la amaría, nuestra vida en común era un infierno y nunca podría dejar de serlo».
