29 octubre 2020

Cuando dejé de creer en las estrellas | Selento Books


SINOPSIS

Dicen que desde que murieron mis padres he cambiado, que no soy la misma Sofía; esa que era un poco infantil y soñadora. ¿Y qué esperaban? Para mí, mis padres lo han sido todo en mi vida. Y ahora ya no están. Es muy duro hacerse a la idea.

Ahora vivo con mi abuela, en una casa que no es la mía; he dejado de quedar con mis amigas de siempre y lo único que hago es estar encerrada en mi habitación.

¿Si saldré de esta oscuridad en la que me encuentro?

Bueno, tal vez un día de estos me cruce con alguien que sacuda mi mundo y dibuje sonrisas donde ahora solo hay lágrimas. Tal vez. Mientras tanto, esperaré contemplando las estrellas desde mi ventana.

Hola, soy Sofía, tengo catorce años y este libro es todo lo que siento por dentro.


OPINIÓN PERSONAL

Una historia muy tierna, merece la pena darle una oportunidad. Cuando dejé de creer en las estrellas es un drama que nos toca muy de cerca, puesto que todos hemos perdido a alguien. Sin embargo, el autor se aleja de lo cotidiano y retrata la realidad a través de la fantasía, haciendo que la historia de Sofía sea un cuento de magia para todas las edades.

Aunque las historias no se parecen en nada, por momentos me ha recordado a todas esas películas de animación japonesa que me hicieron soñar durante la adolescencia. Me ha transmitido la misma magia de ese tipo de historias, esa belleza de ambientación que te enamora desde la primera página. En ese sentido, el mundo fantástico que visita Sofía también me ha cautivado. Y me intrigaba muchísimo saber lo que iba a suceder a continuación.

De entrada, puede parecer un libro de superación personal, sin más. Después de todo, Sofía es una protagonista destrozada por la pérdida de sus padres que, de repente, aprende a convivir con la pena y acepta que volver a sonreír no es sinónimo de que haya dejado de quererles para siempre. Pero yo creo que esta novela es mucho más que eso, porque no es el típico drama de manual que centra toda su atención en los momentos más tristes.

En definitiva, la historia de Sofía ha superado mis expectativas. Pero... dos peros.

En primer lugar, considero que les ha faltado un poquito de desarrollo, ya que Sofía se cura por arte de magia (nunca mejor dicho) de la noche a la mañana. Durante los primeros capítulos, describen las fases del duelo con muchísimo tacto, de manera que resulta imposible no empatizar con ella y me he sentido identificada a más no poder. Por el contrario, esa emoción se ha evaporado hasta el final. Cuando Sofía comparte con nosotros un mensaje cargado de esperanza.

A su vez, el romance permanece en un segundo plano a pesar de que desempeña un papel protagónico. Todas las premisas que se dan lugar en esta historia me han parecido igual de maravillosas, pero la mayoría se han quedado a medio camino de lo que podrían ser. O quizá solo sea que me han gustado tanto que el desenlace me ha sabido a poco. Por último, el final es tan entrañable como predecible, pero no decepciona.


«Si pudiera decirle algo al tiempo, le gritaría: déjame en paz y hazme crecer.»

«Quiero que volváis. Aunque solo sea para decirme que nunca volveréis.»


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