31 marzo 2023

Seis meses | Demelza Molina Beltrán

Fotografía de cubierta: iStock / banusevim 


SINOPSIS

Gonzalo es un chico de diecisiete años que vive en Badalona y que, dos años atrás, su vida quedó rota por la trágica muerte de su hermano mayor.

Cuando en la noche de Fin de Año y bajo la influencia de las drogas, Gonzalo acaba en una pelea, su madre le obliga a marcharse a vivir a Granada con su padre a quien hace un par de años que no ve.

Gonzalo lo tiene claro: aguantará como pueda esos seis meses hasta que cumpla la mayoría de edad, rogando que el tiempo pase deprisa, y así poder volver de nuevo y cuanto antes a su hogar. Pero, ¿qué pasará cuando en su camino se cruce con Jairo? Un chico granadino de ojos verdes y sonrisa altiva, que le saca de sus casillas y es uno de sus compañeros en su nuevo instituto.

Jairo le mostrará que la vida puede ser un regalo único e inigualable, del que debe aprovecharse hasta el último minuto.

¿Querrá Gonzalo entonces seguir con su plan establecido? ¿O terminará deseando que el tiempo se detenga?


OPINIÓN PERSONAL

La vida de Gonzalo no ha sido la misma desde la muerte de su hermano. Puede que ni siquiera haya sido vida. Gonzalo va cuesta abajo y sin frenos, en una espiral de drogas y alcohol que mantienen su mente aletargada y sus recuerdos bajo llave.

Se encuentra al borde de la autodestrucción y nadie sabe cómo pueden ayudarle. Sobrepasada, su madre lo manda a vivir una temporada con su padre, el hombre que les abandonó hace dos años, cuando más le necesitaban.

Una nueva ciudad, un nuevo colegio... tal vez sea lo que necesita para salir del pozo. Al menos eso es lo que piensan sus padres. Mientras Gonzalo se promete a sí mismo que aguantará seis meses en Granada, hasta que sea mayor de edad y pueda hacer lo que quiera con su vida. Pero entonces conoce al "pijo maleducado del polo caro".

Su historia de amor me ha enamorado desde la primera vez que se ven, en esa librería de barrio, y los que se pelean se desean. Gonzalo y Jairo son dos mundos que chocan, pero encajan. Su tira y afloja es justo mi tipo de humor y me he reído a carcajadas en todas las fases de su relación. 

También he llorado lo que no está escrito, como hacía años que no lloraba con una novela. El drama me ha roto en cada página y me ha enamorado de la vida. La autora tiene una prosa cuidada y emotiva, los diálogos y las descripciones son oro. Muchas, muchísimas frases te aceleran el corazón y otras te destruyen.

No me esperaba semejante dureza en una historia tan bonita. Lo primero de todo, agradezco que haya dado esa pizca de visibilidad a la depresión sonriente, esa gran desconocida. Ha normalizado emociones que suelen esconderse porque molestan o no se entienden y lo hace desde un conocimiento que me abruma. 

Los personajes nos resultan familiares porque visitan lugares comunes y todos me han caído bien, algo que en mi caso es difícil. Los amigos de Gonzalo son los amigos de verdad que cualquiera desearía conocer. Divertidos, leales y algo locos. No son perfectos, pero es imposible no empatizar con ellos y quererlos aunque sea un poco.

Este libro es un canto a la vida. Y por qué no, también es un canto a Andalucía. Si lo lees, vas a quedarte aquí encadenao para siempre.


«¿Sabes esas personas que, cuando aparecen en tu vida y las conoces, te hacen ver el mundo de una forma que nunca imaginaste?»


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