09 abril 2023

Noche eterna | Juan Aguilera Manovel

Diseño de cubierta: Ana Fernández García


SINOPSIS

En los duros años de la posguerra, Álvaro Álvarez Gutiérrez, de dieciséis años, vive tranquilo en Mayorga de Campos junto a su familia. Mientras decide cómo decirles que no quiere seguir con el tradicional negocio familiar, le surge la oportunidad de realizar un viaje con sus amigos. Pero durante el trayecto, una criatura que ha morado durante siglos en los terrores más ocultos de la humanidad se cruzará en su camino, alterando para siempre el mundo que cree conocer.


OPINIÓN PERSONAL

Hijo de un humilde zapatero en la España rural de la posguerra, la familia de Álvaro es sin embargo una más ricas del pueblo. Una herencia inesperada les ha permitido mantenerse a flote en los años más oscuros, pero el dinero no les ha cambiado. Sus padres ayudan a los más necesitados en la medida de lo posible.

Cuando sus amigos le invitan a realizar un viaje, Álvaro no lo duda ni un segundo. Está cansado de trabajar en el negocio familiar y ve el viaje como una oportunidad. De camino a Gijón, el grupo se detiene a descansar en un picnic, momento que Álvaro aprovecha para explorar en solitario unas cuevas de la zona. Su encuentro paranormal con el Ermitaño Asesino cambiará el curso de su vida para siempre.

Pensaba que sería una novela mucho más costumbrista, ambientada en la España de la posguerra, pero me he llevado una agradable sorpresa al descubrir que las desventuras de Álvaro revisitan una criatura clásica que siempre me ha fascinado. El trasfondo político es un poco intrascendente, si bien es cierto que la historia no sería la misma en una época más actual.

Los primeros capítulos son lentos. Me han entretenido, pero el ritmo narrativo era demasiado plano y no dejaba de preguntarme si en algún momento sucedería algo relevante que aportase un punto de vista nuevo a una historia tan vieja. 

Álvaro trata de asimilar lo que ha ocurrido, escondiéndose de la prensa, pero cuenta con el apoyo incondicional de su familia y no hay mayor conflicto. Las emociones y los días pasan sin pena de gloria. Me esperaba más negación por su parte, pero todo transcurre con aparente normalidad. Un detalle que me ha descolocado teniendo en cuenta lo beatos que eran en aquella época. 

Sin duda y de lejos, mi parte favorita ha sido la noche eterna. Son los capítulos más duros de su historia precisamente porque son los únicos que exploran la miseria humana y diseccionan la naturaleza del monstruo, aunque he echado de menos una reflexión más profunda y detallada.

Un libro entretenido sin grandes pretensiones, perfecto para pasar el rato.

Continúa en Juegos de la Noche.


«Tengo pesadillas en las que mato, y no quiero ser así.

¡No quiero ser un monstruo!»


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