El mundo místico de Madame Mym | Juan Bauty

Ilustración de cubierta: Juan Bauty

SINOPSIS

Madame Museline Mym es una médium y puede ver a los muertos.

Hasta aquí, todo normal…

Quizás no sea tan normal que Madame Mym sea una ratona alérgica al queso, aficionada a beber té y sin ingresos regulares… lo cual agota la paciencia de su casero, que amenaza con desahuciarla como siga sin pagarle el alquiler…

Definitivamente, tampoco es normal que Madame Mym (recordemos: una ratona) tenga simpatía por los gatos… Por eso, el día que se le aparece el fantasma de un escuchimizado gato negro llamado Fígaro (quien acaba de perder su séptima y última vida), pidiéndole ayuda para descubrir quién le mató y prometiéndole a cambio una generosa recompensa, Madame Mym decide que NO puede permitirse rechazar tan inusitada misión...

OPINIÓN PERSONAL

Fígaro es un fantasma gatuno que no recuerda nada, ni quién era ni por qué se ha quedado atrapado en el Entremundos, es como si nunca hubiera existido y hubiera nacido en esta forma. La única que puede averiguar cómo murió y ayudarle a cruzar hacia el Otro Lado es Madame Mym, Médium de Animales Grandes y Pequeños, una ratona con el don de ver otros mundos.

Ninguno imagina que la muerte de Fígaro desemboca en uno de los sucesos más siniestros de Fieraburgo...

El mundo místico de Madame Mym es un viaje fantástico a nuestra infancia. La edad recomendada es un público más juvenil, pero los adultos disfrutamos como niños atrapando todos los guiños y las referencias que nos regala en cada página.

La novela es un homenaje a las películas más clásicas, pero todas las escenas llevan el sello y la originalidad propios del autor. Los títulos de cada capítulo (La médium novata, Hocus-Gatus...) son la guinda de un pastel delicioso.

La ambientación de Rincón Ruinoso es como vivir en una casa en miniatura decorada con objetos cotidianos: dedales, cáscaras, cajas... ¡una preciosidad! Las descripciones que hace del mobiliario son tan detalladas que uno puede imaginar el mundo mágico que nos rodea.

Pero no solo habla de los escenarios que recorren, también ha creado una sociedad con sus normas (el Pacto Animal), una lengua común (el Murmullo) y otro sinfín de características que redondean con broche de oro un libro ya de por sí magnífico.

Por la gloria de Aesopus, esta historia tiene una pizca de todo: misterio, terror y humor espiritista. Los capítulos más creepy me han recordado a los escalofríos que sentía leyendo Pesadillas, con escenas visuales e inquietantes en su justa medida.

Una investigación paranormal aderezada con el buen humor y los valores de una Mym encantadora.

«Siempre he pensado que buscar respuestas en el pasado era insistir en algo que ya no tiene más vuelta de hoja... Lo que da sentido a mi vida es ayudar a otros a avanzar.»

«Sigo pensando que, cuanto antes aceptes tu nueva realidad, antes estarás en paz contigo mismo.»