09 septiembre 2024

CREEPYRECORD: Pesadillas de alquiler | Juan Bauty

Ilustración de cubierta: Juan Bauty


SINOPSIS

Tom se queda solo en casa la noche de Halloween.

La que parecía ser una magnífica oportunidad para disfrutar con sus colegas de su noche favorita del año, pronto se verá truncada por una monumental tormenta de lo más inoportuna...

Con sus amigos fuera de la ecuación y empeñado en disfrutar a toda costa de aquella noche mágica, a Tom solo le queda recurrir al plan B: acercarse a su videoclub favorito y alquilar un par de buenas películas de terror, las más aterradoras y espeluznantes que pueda encontrar...

“CREEPYRECORD” es una antología de relatos de terror, suspense y humor negro. Diez historias dentro de otra historia, con algo en común: su aroma a las clásicas antologías de terror de los años 70 y 80 (como ‘Creepshow’, ‘Cuentos asombrosos’ o ‘Historias para no dormir’). También es un paseo por (casi) todos los subgéneros del cine de terror... Pero por encima de todo ello, es un sentido homenaje a unos lugares que ya apenas existen y que se convirtieron en míticos para toda una generación: los videoclubs.


OPINIÓN PERSONAL

Tom es un adolescente de dieciséis años que se ha quedado solo en casa la noche de Halloween. Aprovechando que sus padres no están, sale para alquilar una buena película de terror y acaba en el desconocido videoclub CREEPYRECORD.

Tengo sentimientos encontrados hacia Tom. Por un lado, las pausas interrumpen la historia que hila todo lo demás. Pero por otro, me ha parecido un formato narrativo peculiar que arriesga y ofrece algo diferente. Realmente nos genera la sensación de estar echando un vistazo rápido a las carátulas del videoclub.

Como ya nos tiene acostumbrados, la prosa del autor es agradable, entretenida y amena. Y por supuesto, está llena de referencias ochenteras. Es un libro de corte juvenil, pero más destinado a un público adulto, a los niños que fuimos. Disfrutable a cualquier edad, terrorífico a edades más jóvenes.

La ambientación está llena de suspense y tensión, toca muchos géneros dentro del terror clásico. Son relatos dignos de serie B que avanzan a buen ritmo y dan pistas suficientes para que adivinemos el desenlace fatal, los finales son mas o menos esperados, pero no sientes que sean predecibles hasta bien entrada la historia, el texto nos guía de manera consciente y a propósito.

 

A continuación resumo muy brevemente cada uno por si fuera de interés.

  • Walkie-Talkie

Dos amigos hablan por walkie-talkie la víspera del Día de los Inocentes. Intentan asustarse entre bromas y risas, hasta que escuchan los rumores de un zumbado en el barrio

Escrito a través de conversaciones y pensamientos, recuerda a una obra de teatro, me ha gustado cómo juega con la sugestión y manipula el miedo. El susto final es un buen broche.

  • La oscura noche del Pierrot

Susana es una quinceañera que colecciona Pierrots. Su última adquisición es un póster que le ha regalado su padre, al que solo ve en ocasiones especiales.

Los sueños vívidos, los sucesos inexplicables... Desde la primer línea, lo paranormal va ganando terreno y sabemos lo que va a pasar.

  • La otra llave

Dos vecinas han intercambiado copias de las llaves, para atender las plantas o los animales, cuando la familia o la anciana que vivía con sus dos periquitos no estén en casa. El protagonista es hijo de una de las vecinas y, en los últimos días, ha escuchado ruidos por la noche.

Su relación con la vecina cumple las expectativas con un giro bastante clásico.

  • La mansión de los Flapp

En 2019, los antiguos usuarios de un foro sobre el programa La mansión de los Flapp, emitido en 1999, reciben un email: han sido seleccionados como visitantes privilegiados de la exposición que se va a inaugurar con motivo del 40º aniversario.

En palabras del narrador, recuerda a Wonka. Es un argumento bien planteado y con desarrollo, los personajes del programa, muy metidos en su papel, han organizado una visita guiada por todas las habitaciones de la mansión. El final es brusco, pero inquietante.

  • El surco

Marián conduce de noche, medio dormida. Cada segundo que pasa está envuelto en una extraña bruma mental, como si todo lo que percibe fuera una pesadilla. «Había cogido el coche porque necesitaba huir lo antes posible de donde fuere que hubiera estado.» 

A medida que avanza y explora los elementos que la acompañan, el final se vuelve predecible y acaba siendo repentino, se limita a confirmar nuestras sospechas.

  • Metamorfobia

Mateo, un niño de seis años de aspecto enfermizo, tiene un trauma con los insectos. Su aversión llega al punto de tener que dormir con tapones para no oír el sonido de los grillos. Pero toda la clase tiene que comprar gusanos de seda y dedicar un mes entero a cuidarlos.

Después de páginas describiendo la desagradable evolución de unas larvas, porque a mí también me dan muchísimo asco los insectos, alcanzamos el esperado final.

  • ...Kill the Radio Star

Julia Quintero trabaja en Noche en blanco, un programa de radio que responde en directo llamadas de los oyentes. Esta noche, Nines llama para contar a escondidas que los gnomos están en casa.

Me ha recordado a una peli de tarde, y digo esto como un halago. Tiene esa tensión narrativa basada en unos personajes con pasado. Y el estilo narrativo es puro teatro.

  • ¡Gamusinos!

Durante una excursión, cuarenta niños, dos monitores y el conductor del autocar se quedan tirados junto a la carretera, explorando un bosque cercano, por diversión.

No es mi estilo de terror, pero me ha sorprendido cómo acaba porque guiño, guiño.

  • Dos rombos

Carlitos tiene ocho años y nunca ha visto una película de miedo porque sus padres no le dejan ver pelis para mayores. Una noche lleva a cabo un elaborado plan para ver una sin que se enteren.

No me ha dicho gran cosa, aunque de pequeña habría tenido pesadillas.

  • No mires por la ventana

Julia lleva una vida doméstica en un precioso ático ubicado en uno de los barrios más respetables y céntricos de la ciudad. Cuando no desempeña su papel de esposa dedicada, fuma y observa a los vecinos por la ventana. Hasta que un día ve a una anciana en el edificio de enfrente.

No es tanto una historia de terror, como una trama de suspense psicológico. Retrata un matrimonio que por desgracia sigue siendo común a día de hoy, desde un punto de vista que aporta un toque de misterio y un final inesperado. Buenísimo.

  • (Outro)

Un relato epílogo que cierra el libro uniendo todas sus partes, lo que pedía a gritos.


Otros libros del autor: El mundo místico de Madame Mym, Paranoid Kids, ECTO-FRIEND: amigos para siempre, La montaña feroz


«Para él, la ficción solo emulaba la realidad, siendo esta segunda muchísimo peor.»

«Con la llegada de internet, muchos recuerdos colectivos olvidados volvieron a cobrar vida.»

«A veces, se disfruta más de un revisionado que de una película nueva.»


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