La marcha zombi | Max Brooks

Traducción:  Raúl Sastre | Editorial: DeBolsillo

SINOPSIS

Max Brooks vuelve a sorprendernos con cuatro visiones del universo zombi: cuatro relatos terroríficos sobre el colapso de la civilización. En «El desfile hacia la extinción», vemos la guerra entre zombis y humanos a través de los ojos de un vampiro preocupado, por primera vez, por el futuro. China muestra todo su poderío en «La Gran Muralla», donde la invasión zombi se combate con trabajos forzados en una extraña construcción. «Steve y Fred» es un relato de doble filo que desafía las fronteras entre realidad y ficción, entre el arquetipo y la víscera. El colofón del libro, «Punto final, S. A.», nos presenta a un terapeuta danés que, tras la plaga, pone en marcha un peculiar tratamiento para supervivientes con familiares infectados.

OPINIÓN PERSONAL

Este libro es una recopilación de cuatro relatos muy, muy breves ambientados en el apocalipsis zombi. Una plaga de muertos vivientes está asolando toda civilización conocida desde hace años y, en medio de un colapso tan catastrófico con repercusiones a nivel mundial, el principal objetivo de los pocos humanos que todavía no han sido infectados es sobrevivir a la tragedia, tanto física como psicológicamente.

Aunque algunos relatos hacen un breve, brevísimo repaso a la evolución de esta amenaza, en ningún momento se menciona cuándo, cómo ni dónde nació el primer zombi ni por qué el virus se propagó tan rápido. De modo que los relatos se centran principalmente en las consecuencias de una plaga que podría extinguir los últimos resquicios de humanidad.

El ritmo narrativo también se ha visto convertido en un zombi, ya que avanza sin ninguna prisa, aunque con mucho más acierto y menos tropiezos. De hecho, la prosa es una de las cosas que más me han gustado de este pequeño libro. A continuación voy a compartir brevemente el argumento de cada relato y mis impresiones de cada uno. Ya os adelanto que mi gran favorito ha sido el primero.

• El desfile hacia la extinción

La historia está escrita en primera persona por un vampiro preocupado, por primera vez en la historia, por el futuro incierto de la humanidad. Durante siglos, los vampiros han contemplado la guerra entre zombis y humanos sin involucrarse. Pero ahora, su propia existencia pende de un hilo ante la escasez de sangre.

Si bien es cierto que el relato describe con detalle todas las estrategias y medidas de seguridad que adoptan los vampiros en respuesta a la amenaza zombi, la historia se asemeja bastante a un retrato social muy poco favorecedor. Obviamente, desconozco si la crítica social que se aprecia como trasfondo de la historia era el propósito original del autor, pero el caso es que yo me he sentido muy aludida con el análisis que hace de una situación tan extrema.

Sea como fuere. Con una prosa magnífica, el autor ha desarrollado correctamente una premisa de sobresaliente. Y solo ha necesitado un puñado de páginas.

«Y cuando el curso de la historia amenazaba con empujarnos hacia el abismo, nos encontrábamos encadenados de pies y manos por una parálisis casi de índole genética.»

• La Gran Muralla

Liu Huafeng fue reclutada para reconstruir y custodiar la Gran Muralla China. Años más tarde, alguien la entrevista sobre las condiciones de trabajo que padeció durante una construcción que pretendía contener la invasión zombi. Todavía emocionada por los recuerdos, Liu describe la dureza del trabajo y se lamenta por los compañeros caídos.

En esta ocasión, los zombis han sido justamente relegados a un segundo plano, ya que lo verdaderamente importante no es el contexto, sino la denuncia a una sociedad que sacrifica y explota a otros seres humanos en cuanto dispone de una "buena" excusa. ¡A día de hoy!

• Steve y Fred 

La neurocientífica Naomi y el marine Steve intentan entrar en un laboratorio asediado por una horda de zombis. Solo entonces, descubrimos quién era Fred. La verdad es que no me esperaba para nada ese tipo de intervención en un relato de estas características. La primera parte es una americanada fuera de lugar y la segunda me ha parecido demasiado aburrida y monótona. Lo único que me ha gustado y sorprendido un poco es la importancia que le concede a los libros. «¡Gracias a él, me mantuve cuerdo, tío!» Por lo demás, ha sido el relato que menos me ha gustado.

• Punto final, S. A.

Este relato es una especie de documento con tintes de entrevista que registra las palabras y acciones de un tal Thomas Kiersted, según parece, principal supervisor de una extraña y enigmática instalación a bordo de un barco. En primer lugar, Kiers nos explica ampliamente el protocolo a seguir en su puesto de trabajo, las subvenciones que reciben por parte del gobierno y de qué manera ayudan a los supervivientes con familiares infectados a superar las secuelas emocionales de un apocalipsis zombi. El punto final resulta bastante chocante e inesperado, pero todo lo demás no me ha convencido.

«Pero ¿qué pasa con ese otro tipo de superviviente, con aquellos a los que paraliza el no saber qué ocurrió? Esos son los que rebuscan sin parar a través de las ruinas, fosas comunes y listas realmente interminables. Esos son los supervivientes que han elegido saber la verdad por encima de la esperanza, que no pueden seguir adelante con sus vidas sin contar con alguna prueba física de esa verdad.»  

En conclusión. Los cuatro relatos que componen este libro aportan una visión relativamente nueva sobre el género Z. El enfoque que le concede a los muertos vivientes es original e interesante. Y me ha gustado mucho la crítica social que se aprecia en cada una de sus puntualizaciones. Pero la mayoría de los relatos no me han entusiasmado tanto como era de esperar, no lo considero un imprescindible.