Imagen de cubierta y diseño: Gerancreative en Fiverr
SINOPSIS
Halah Kibb se está muriendo. Después de pasar veintiocho años varada en un planeta desolado, sobreviviendo con alimentos sintetizados y respirando aire reciclado una y otra vez, el fin de su vida se aproxima, y ella lo sabe.
Pero no antes de que descubra qué hay detrás de la puerta.
OPINIÓN PERSONAL
Halah Kibb lleva tres décadas viviendo en un planeta condenado, subsistiendo en una lanzadera varada a base de alimentos sintetizados. Se encuentra en un sistema solar perdido, en un planeta que fue habitado en algún momento del último millón de años, y las posibilidades de que la rescaten son nulas. Su única motivación para seguir viviendo es abrir una puerta.
La puerta es un relato corto de menos de seis mil palabras (20 páginas), aunque el ritmo narrativo es lento y tiene la extensión perfecta. Describe con suficiente detalle la ambientación y entremezcla dos tiempos de un modo agradable, resumiendo cómo ha llegado a este planeta.
Sin llegar a la ciencia ficción especulativa más dura, presenta un planeta hostil con un pasado sobrecogedor y la consabida crítica social de trasfondo. El final es brusco a propósito y sabe a poco, pero deja buen regusto.
«De forma inconsciente, sabía que la puerta le mantenía con vida. Sin ella, habría muerto hace muchos años.»
«Moriría allí, sí, pero no sin antes saber qué guardaba. Su espíritu no podría descansar nunca si no lo conseguía.»
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