El gurja y el Señor de los Martes | Saad Z. Hossain

Traducción: Rebeca Cardeñoso Viña | Ilustración de cubierta: Mabel Esteban | Editorial: Duermevela

SINOPSIS

Sátira y humor gamberro en una utopía que no lo es tanto. Un Señor de los Djinn se enfrenta a una IA todopoderosa que gobierna la ciudad ¿perfecta?

Cuando Melek Ahmar, uno de los siete Señores Djinn, despierta tras milenios prisionero en la montaña de Kanchenjunga, se encuentra con un mundo totalmente diferente.

Ahora, los humanos solo pueden sobrevivir en ciudades con sus propios microclimas, y entre todas ellas Katmandú es la joya de la corona. Una ciudad deslumbrante gobernada por Karma, una IA todopoderosa que se convierte de inmediato en el objetivo de conquista de Melek Ahmar.

Un antiguo soldado gurja adicto a los pistachos, que reniega de la tecnología y siempre sonríe, se unirá a él, así como ReGi, una djinn adolescente que vive en el Jardín de los Sueños.

Este extraño trío de inadaptados se enfrentará a Karma y desenterrará los oscuros secretos sobre los que se construyó el paraíso.

OPINIÓN PERSONAL

Melek Ahmar, uno de los Grandes Señores de los Djinn, el Señor de Marte, el más poderoso... despertó en la Joya del Himalaya después de cuatro mil años dormido. Cuando desciende, el primer humano que ve es Bhan Gurung, un gurja empeñado en destruirlo todo. El djinn no quiere destrozarlo todo, quiere gobernar la ciudad, pero el futuro es un mundo distópico gobernado por Karma, un dirigente perfecto que no tiene consciencia de sí mismo: es decir, una poderosa IA. 

La ciudad de Katmandú es la única que sobrevivió en esta zona. La única manera de salvar el planeta es la nanotecnología invisible que limpia el aire y crea climas artificiales. Los humanos son post-humanos con implantes tecnológicos y las interacciones virtuales son telepáticas, directamente desde el cerebro. La población está aburrida y muchos se han dado al vicio. No hay trabajo porque todo está en manos de la IA y Karma da lo básico a todo el mundo, aunque unos pocos intentan seguir como siempre, llevando a cabo tareas intrascendentes para contribuir al sistema y recibir puntos extra.

Hamilcar Pande es uno de ellos, trabaja desde hace tiempo para la Administración Central y hace sonar las alarmas cuando los dos salvajes primitivos, el djinn y el gurja, entran en la ciudad.

Sinceramente y en pocas palabras: ¡qué sorpresa de libro! Una sátira tan absurda como divertida, el tono del narrador es desenfadado y las conversaciones me han hecho reír, pero también es una historia oscura y seria, que sorprende gratamente por su trasfondo social. Los personajes son exagerados a propósito, pero el arco está bien hilado, con un ritmo narrativo que no da tiempo a aburrirse.

El argumento bebe de varios géneros: ficción especulativa, ficción absurda, ciencia-ficción, fantasía, humor, misterio... ¿Quién es el gurja? ¿Cómo apareció la IA? ¿Por qué los ricos siguen siendo ricos si estamos en una utopía? Karma «no permitía ninguna de las prácticas fraudulentas que usaban las empresas para controlar la economía», pero décadas más tarde, seguimos hablando de refugiados climáticos y de “personas sobrantes”. 

Pienso recomendar mucho este libro.

«¿Para qué servían los humanos sin su habitual insatisfacción? Era la característica que los definía».

«Resguardados en este paraíso, nos creemos que estamos solos en este mundo, pero no es así, ¿verdad? El planeta también alberga unos cuantos infiernos.»