Persecución | Joyce Carol Oates

Traducción: Patricia Antón | Editorial: Gatopardo

SINOPSIS

Cuando era una niña, Abby tenía una pesadilla recurrente en la que deambulaba por una pradera cubierta de cráneos y huesos humanos. La Abby adulta cree haber dejado atrás sus demonios hasta que, la espera de su boda, el sueño regresa y la fuerza a afrontar los oscuros secretos de su pasado, que le ha ocultado a su futuro marido, Willem. Al día siguiente menos de veinticuatro horas después de contraer matrimonio, Abby es atropellada por un autobús. Mientras su mujer convalece en el hospital, Willem intenta averiguar si su mujer ha sido víctima de un accidente involuntario o, por el contrario, se ha lanzado contra el vehículo de forma premeditada.

OPINIÓN PERSONAL

Abby Hayman y Willem Zengler  se conocieron en los Servicios Asistenciales, donde ella trabaja y él es un joven voluntario cristiano. Abby es una mujer guapa, muy guapa y complaciente que no quiere ofender a nadie con su rechazo. Sus padres la abandonaron cuando era pequeña y su prometido nunca le ha preguntado por su pasado, que es una de las pocas incógnitas del libro.

La víspera de su boda, Abby vuelve a tener una pesadilla recurrente de la infancia: sueña que encuentra unos esqueletos en un lugar cubierto de hierba. A la mañana siguiente de su boda, es atropellada por un autobús. ¿Fue un accidente o cruzó la carretera a propósito? Todos estos años, ella ha guardado un secreto enconado en su corazón y cree que su naturaleza maldita no merece nada bueno.

Su historia familiar está dividida en partes que alternan su matrimonio con Willem y el pasado que ha callado recelosamente, segura de que su marido la rechazaría si la conociera. Abby se siente perseguida por la culpa, a medida que recuerdan su noviazgo y su infancia, comprendemos hasta qué punto y por qué.

Más que suspense, indigna el trato a la mujer y todo lo que se dice de ellas. Es un relato impregnado de machismo y censura religiosa, incluso su prometido la trata como a una niña pequeña a la que proteger. No me acabo de sentir del todo cómoda con la prosa y tiene detalles que no me han convencido, pero el retrato social es tan crítico que, en general, no me ha parecido una mala obra.