Estoy pensando en dejarlo | Iain Reid

Traducción: Cristina Martín Sanz | Editorial: AdN

SINOPSIS

«Estoy pensando en dejarlo». Una vez que llega este pensamiento, se queda. Está presente siempre. Siempre. Jake y yo tenemos una conexión de verdad, un apego raro, intenso. ¿Cuánto llevamos...? ¿Un mes? Me siento muy atraída hacia él, aunque en realidad no sea precisamente guapo. Voy a conocer a sus padres por primera vez, al mismo tiempo que estoy pensando dejarlo. Jake dijo en una ocasión que «A veces un pensamiento está más cerca de la verdad, de la realidad, que una acción. Se puede decir cualquier cosa, se puede hacer cualquier cosa, pero no se puede fingir un pensamiento». Y lo que estoy pensando es que no quiero estar aquí. Estoy pensando en dejarlo.

OPINIÓN PERSONAL

La narradora de esta novela está pensando en dejarlo. Su relato comienza cuando ella y Jake viajan en coche y visitan la casa de sus suegros por primera vez. Llevan semanas de relación y se siente egoísta y egocéntrica por pensar en dejarlo. Durante el viaje, mantienen conversaciones filosóficas que evocan recuerdos el pasado: la historia de su relación, sus dudas y los mensajes de El Llamante, un desconocido que llama en mitad de la noche. Todo, mientras la policía investiga lo que parece un homicidio.

El libro presume de una extrañeza casi insoportable, personajes que se comportan de formas rarísimas y que parecen fuera de lugar en su propia casa. Los diálogos saltan de un tema a otro y reflexionan sobre la soledad y la depresión. Ella se obliga a tener pareja, como una imposición social, mientras se pregunta si no estaría mejor sola. Los detalles relevantes no pueden ser menos sutiles.

Nunca conocemos del todo a nadie, más cuando se vale de un discurso tramposo. Los sucesos hablan de emociones cotidianas, pero lo hacen a través de elementos innecesarios y pretenciosos. Un libro predecible, extravagante y poco novedoso.

«Lo que me da miedo es lo que desorienta, lo que trastoca aquello que uno daba por sentado, lo que altera y distorsiona la realidad». 

«El pensamiento es la realidad. Las acciones pueden ser fingidas».