Traducción: Victoria Simó Perales | Editorial: Alfaguara
SINOPSIS
Serafina nunca ha tenido motivos para desobedecer a su padre y aventurarse más allá de los confines de la mansión donde se esconden. Hay mucho que explorar en sus sombríos pasillos, pero tiene que tener cuidado de que sus habitantes no la vean.
Pero cuando empiezan a desaparecer niños, solo ella sabe quién es el culpable: un terrorífico desconocido envuelto en una capa negra que recorre la mansión al caer la noche.
La búsqueda de la verdad la llevará junto a sus nuevos amigos al corazón del bosque, donde deberá encontrar las respuestas a su propio enigma: ¿Quién es Serafina?
OPINIÓN PERSONAL
El padre de Serafina —de nombre desconocido— trabajó en la construcción de la Casa Biltmore y desde entonces vive con su hija en el sótano, sin que nadie se de cuenta. Durante más de doce años. ¿Por qué? Su hija Serafina no es una niña normal y corriente. Tiene cuatro dedos en los pies, le faltan huesos en la clavícula y sus ojos son amarillos. Su padre no quiere que nadie vea a su hija. También le ha prohibido adentrarse en el bosque. De modo que Serafina ha crecido completamente sola, cazando las ratas de la casa como única profesión y deambulando por los pasillos cuando cae la noche.
Como os podéis imaginar, Serafina es una niña desesperada por hacer amigos. De modo que cuando tiene la oportunidad de rescatar a los niños que están desapareciendo, no lo duda ni un solo instante. Y por circunstancias de la vida, el señorito de la casa —Braeden Vanderbilt— está dispuesto a ayudarla, en compañía de su mejor amigo: el perro Gideon. Pero Braeden no es un niño mucho más sociable que Serafina. Después de sobrevivir a una experiencia traumática, el señorito solo se siente cómodo en presencia de Serafina, como si de alguna manera intuyese que ella no es una niña como las demás.
El caso es que, durante toda la novela, he sentido que los protagonistas no tienen ningún rasgo de personalidad que los diferencie de otros personajes. Quiero decir, Serafina persigue siempre la verdad y está dispuesta a arriesgar su vida para salvar a "sus amigos". Y lo escribo entre comillas, porque considera su amiga a una niña con la que nunca ha hablado y que la ha visto por primera vez en el momento de su desaparición. Pero eso es todo. El autor no profundiza en la psicología de ningún personaje, no sabemos cómo son en realidad. Y por esa razón, me he quedado con ganas de conocerlos mejor.
Por otro lado, los adultos se comportan como niños tontos que no piden explicaciones. Muchas de las conversaciones que mantienen son surrealistas y su presencia en la historia resulta totalmente prescindible. No soporto las novelas juveniles en las que los adultos pasan a un segundo plano para que sus hijos tengan todo el protagonismo. Por cierto, ¿por qué nadie pone el grito en el cielo cuando ven a una niña que tiene los ojos amarillos?
No tengo mucho que decir sobre la prosa de este autor, salvo que es una prosa sencilla pero correcta. Se trata de una lectura bastante amena, aunque muchas veces pierde el tiempo con descripciones aburridas e innecesarias. La historia está escrita en tercera persona, pero este narrador omnisciente solo ve a través de los ojos de Serafina, de modo que ignoramos lo que piensan y sienten el resto de personajes.
La historia en sí me ha gustado, pero me ha parecido una lectura bastante aburrida. No termino de conectar con los personajes, los protagonistas dan demasiadas vueltas para llegar a su destino, hay muchos párrafos que parecen simple relleno, la investigación se alarga a duras penas... Cuanto más avanzaba en su lectura, más peros le encontraba a su desenlace. La trampa y consiguiente batalla me ha parecido de todo menos creíble. Además, creo que su torpeza final se contradice con el resto de la novela. No me acaba de convencer.
A su favor, diré que es una historia con muchísimas incógnitas por resolver. ¿Quién es el portador de la capa negra? ¿Qué busca en realidad? ¿Cómo y por qué desaparecen los niños? ¿Cuál es la verdadera identidad de Serafina? Finalmente, me ha sorprendido el secreto que se esconde tras la capa negra. Su ocurrencia me ha parecido muy original y arregla ligeramente el estropicio que me ha parecido el resto de la novela. También me ha gustado el pasado de Serafina. Sin embargo, esta revelación final no cambia demasiado mi opinión general. Me esperaba una novela más entretenida y coherente.
—Porque no quería que fuera verdad.
—Pero es la verdad, papá. Uno no puede desear que las cosas que son verdad dejen de serlo».
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