28 agosto 2017

Las aventuras de Finn en Bocanegra | Darkmouth 1 | Shane Hegarty

Traducción: Rita da Costa | Ilustraciones: James de la Rue | Editorial: Salamandra


SINOPSIS

Amenazada por la invasión de unas criaturas mágicas llamadas «leyendas», la aldea Bocanegra cuenta con la protección de la familia de Finn, probablemente el cazador más incompetente que ha existido nunca. A sus doce años ha sido incapaz de realizar aún las tres capturas obligadas, y si no lo consigue antes de cumplir los trece, cuando se celebre su ceremonia de iniciación, se convertirá en el primer miembro del clan que fracasa en el intento. El primero. En toda la historia de Bocanegra.

Sin embargo, no todo en la vida se reduce a cazar y Finn pronto descubrirá que posee otras aptitudes igual de valiosas. Puede que sea el peor cazador de leyendas de la historia, pero en estos momentos es la única esperanza de Bocanegra.


OPINIÓN PERSONAL

«De la boca negra saldrá el último hijo del último cazador de leyendas. Él pondrá fin a la guerra y abrirá de par en par las puertas de la tierra prometida. Su muerte en el lado infestado será recordada por toda la eternidad. Las leyendas se alzarán. El chico caerá.»

La familia de Finn ha defendido Bocanegra desde hace cuarenta y dos generaciones. Su padre es el cazador por excelencia. Y supuestamente, Finn debe heredar la profesión de su padre y obtener el título de "cazador de leyendas" a los 13 años. Pero está muy lejos de conseguirlo. Porque Finn es el típico protagonista torpe e inteligente que no está nada preparado para cumplir su destino. Y sinceramente, no entiendo por qué esta responsabilidad se hereda de padres a hijos. ¿Se trata de un gen mágico? De hecho, si todos tus antepasados no han sido cazadores, solo puedes aspirar a convertirte en un conseguidor. ¿Y qué es un conseguidor? Básicamente una persona que hace todo el trabajo sucio a los cazadores en la sombra.

Pero volviendo a Finn y a su familia, no soporto que su padre se ponga tan pesado con el tema. Su hijo no tiene amigos en la escuela, ni puede hablar con nadie de sus cacerías. Nadie quiere jugar con él y se siente un intruso en su pueblo. Para colmo de males, Bocanegra es el único lugar del mundo en el que se siguen abriendo portales desde el mundo infestado. Y por supuesto, los vecinos empiezan a creer que los cazadores se dedican a liberar leyendas para justificar su propia existencia.

Y por si todo esto no fuera suficiente carga para el pobre Finn, el Consejo de los Doce le ha ofrecido un puesto de trabajo a su padre. Lo que significa que el cazador por excelencia dejaría Bocanegra para siempre y que la protección de su hogar dependería únicamente de Finn, un niño de 13 años al que sus padres abandonarían a su suerte por motivos laborales.

El caso es que Finn tiene un antepasado del que nadie quiere hablar, porque a nadie le gusta hablar de un cazador que intentó comunicarse con los monstruos. (Perdón, las leyendas.) 

De pronto, y solo porque donde hay un héroe tiene que haber una damisela en apuros, aparece una chica nueva en el colegio. Resulta que a Bocanegra solo llegas por error, pero ella y su padre se han mudado recientemente por trabajo. El caso es que Emmie se convierte en la primera persona de su edad que está interesada en jugar con él, o mejor dicho, en su casa. Porque a Emmie le apasiona que su nuevo amigo sea descendiente de cazadores.

Así es. Efectivamente, la presencia femenina brilla por su ausencia. Sí, las hijas de los cazadores también pueden convertirse en cazadoras, pero el autor apenas menciona un par de casos muy de pasada y sanseacabó. Del mismo modo, solo hay dos mujeres relevantes en la vida de Finn y casi mejor que no lo fueran. Emmie es una chica parlanchina y medio atontada que, en realidad, no es más que una marioneta que obedece las órdenes de un hombre. En cuanto a la madre de Finn, sabemos que es dentista y que está deseando abandonar Bocanegra desde que se casó, pero en vez de eso, renunció a todos sus sueños de juventud por amor.

Por último, nos encontramos con el trasgo Broonie. Seguramente, tendrá mucho más protagonismo en las próximas novelas. Pero en ésta ha quedado retratado como un personaje bastante tonto, aunque leal. En general, todos los personajes resultan igual de superficiales y clásicos.

La prosa me ha parecido casi adulta, pero al mismo tiempo se trata de una lectura muy amena que he devorado en un par de tardes. Su estilo de narrativa es soberbio, qué duda cabe. Me ha gustado especialmente que sea descriptivo sin excesos, ya que también ofrece una dosis elevada de acción y diálogos. La historia está escrita en tercera persona, pero se centra mucho las circunstancias que acompañan a Finn.

Muy de vez en cuando, interrumpe su relato para compartir con el lector fragmentos del libro "Grandes cazadores de leyendas de todos los tiempos", gracias a los cuales conocemos otros datos de interés, como el funcionamiento del Consejo de los Doce o el pasado de sus antepasados.

Como primer libro de una serie me ha parecido bastante entretenido, pero el final resulta demasiado predecible desde las primeras páginas. Por otro lado, no es una novela divertida, por mucho que el sarcasmo de Finn me haya arrancado alguna que otra sonrisa. De todas formas, el conflicto padre e hijo se repite hasta la saciedad, solo que en escenarios diferentes. De modo que sí, el drama familiar tiene más protagonismo del necesario.

¿Recomiendo su lectura? Es un libro perfecto para desconectar unas cuantas horas, siempre y cuando estemos dispuestos a no hacernos demasiadas preguntas.

 

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