Traducción: | Editorial: Alfaguara
SINOPSIS
INÚTIL. TORPE. Las demás chicas lo susurran a sus espaldas. Pero la joven de dieciséis años Adelice Lewys tiene un secreto: sus errores son intencionados.
Dotada de una habilidad fuera de lo común para tejer el tiempo, Adelice es exactamente lo que la Corporación está buscando, y en Arras ser elegida tejedora es todo a lo que una chica puede aspirar. Ser hilandera significa privilegios, riqueza y belleza eterna. Pero no solo eso, también significa tener la facultad de bordar la esencia de la vida. Pero para ello hay que pagar un precio que Adelice no está dispuesta a asumir, puesto que deberá controlar absolutamente todo lo que las personas son: lo que comen, dónde viven, cuántos hijos tienen... Así que está decidida a fallar en las pruebas para ser hilandera, pero en su último examen sus dedos resbalan, el telar reacciona a su don... y la Corporación la identifica.
A partir de ese momento, Adelice dejará de tener control sobre su vida y pasará a convertirse en un instrumento más de la omnipresente Corporación. Sin embargo, una vez dentro, el poder de Adelice irá creciendo mientras aprende a manejar su don y a decidir en quién confiar, a quién vigilar... y a quién amar.
OPINIÓN PERSONAL
Durante los primeros capítulos, estuve a punto de abandonarlo porque pensaba que su desenlace sería mediocre. No dejaba de hacerme preguntas, su planteamiento inicial me parecía absurdo. Tal y como presentaba su argumento, no encontraba respuestas lógicas, me parecía una idea muy original pero mal desarrollada. Sin embargo, de pronto, es como si alguien le hubiera dado un toque de atención a la autora, porque todo comienza a cobrar sentido. Las hilanderas empiezan a tejer una historia bastante prometedora que ofrece respuestas a todas mis preguntas iniciales. Si bien es cierto, que su trama continúa siendo tan compleja que sus explicaciones resultan un tanto liosas a veces.
No obstante, el triángulo amoroso peca incluso de pueril, ya que Adelice parece enamorarse de todos los hombres que han sido amables con ella. Sinceramente, no ha conseguido transmitirme ninguna emoción cuando toca hablar de sentimientos. Por otro lado, la psicología de los personajes masculinos deja mucho que desear. No poseen ni personalidad ni carisma, se moldean continuamente en base a las necesidades del guion. Están porque tienen que estar.
No me importaría perderme el resto de la trilogía.
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