Traducción: Pilar Giralt, Jadwiga Mauricio | Editorial: Alianza
SINOPSIS
Cuando Hall Bregg regresa a la Tierra tras una arriesgada expedición de diez años en una galaxia lejana, se encuentra con un planeta en el que, en virtud de la contracción del tiempo einsteiniana, han pasado ciento veintisiete años. Bregg se encuentra, pues, ante el difícil reto de integrarse en una sociedad distinta de la que conoció, en la cual, a lo largo todos esos años, se han producido variaciones sustanciales en la especie humana, así como en las ideas y comportamientos, que lo convierten en un anacronismo viviente.
OPINIÓN PERSONAL
Un clásico que me ha gustado descubrir, aunque no creo que regrese a sus páginas. Es un texto puramente descriptivo que se centra principalmente en la estética, la tecnología y el ocio de la Nueva Era. Pero se trata de un futuro, en palabras de la propia obra, demasiado tibio.
Con un argumento tan goloso, me esperaba un desarrollo mucho más social, más cercano a un ensayo. Deja entrever las incógnitas de una sociedad deshumanizada y pasa de puntillas, casi ni roza, la psicología más íntima y las costumbres de unos personajes que apenas tienen voz o forma. Son meros espectadores de una sociedad vacía y deprimente.
El romance (por llamarlo de algún modo) me parece un desvarío mal llevado. En las últimas páginas, la naturaleza humana recupera el protagonismo que merece. Una lectura con muchos altibajos, pero curiosa y con muchos puntos de interés.
Otras obras del autor: El Invencible
«Supongo que sabe lo que ocurre a los que se diferencian demasiado de los demás»
«Hay que ser un hombre corriente, absolutamente corriente, pues de lo contrario no vale la pena vivir.»
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