Traducción: Abel Murcia y Katarzyna Motoniewicz | Editorial: Impedimenta
SINOPSIS
El Invencible es el nombre de la enorme nave interestelar que parte hacia el rescate de su gemela, la impresionante y guerrera El Cóndor, que se haya varada en Regis III. Este planeta, aislado y desértico, está gobernado por una legión de nanobots que provoca efectos insospechados en el cerebro humano. La misión desencadenará en la tripulación de la nave oleadas de una angustia vital devastadora. La búsqueda de la verdad y la importancia de diferenciarnos de los demás seres del universo son el centro de El Invencible, que ahora se enfrenta al gran desafío misterioso y cruel que supone la incapacidad del hombre de no poder conquistarlo todo. Nanobots, viajes por el espacio, inteligencia colectiva y evolución tecnológica desatada se citan en este relato despiadado de supervivencia humana.
OPINIÓN PERSONAL
El Invencible, con una tripulación de 83 miembros, ha viajado hasta Regis III, un planeta desértico, para investigar la misteriosa desaparición de su nave gemela, El Cóndor. Los mejores científicos (ejem, todos hombres) investigan el planeta y los extraños sucesos que tienen lugar desde todas las ramas posibles.
La investigación es bastante técnica y monótona, aunque está escrita en términos sencillos y pocas veces me he perdido en la jerga tecnológica. El misterio, más que científico, roza el terror psicológico, con momentos de suspense que nos mantienen en tensión. La ambientación y el análisis de la supervivencia son magníficos.
No hay mucha interacción social ni diálogos profundos, los personajes se limitan a explorar el entorno y el ritmo narrativo es lento, sin llegar a parecerme aburrido. Me ha gustado que tenga un punto de crítica hacia el comportamiento humano, tan absurdo y destructivo. Publicada por primera vez en 1964, tuvo que ser una obra rompedora y, en ese sentido, ha envejecido bien.
El final es cerrado, disponemos de toda la información que buscaban, pero deja el futuro inmediato a la imaginación, dejándonos algo desorientados y provocando así un último golpe. Es un gran narrador.
Otras obras del autor: Retorno de las estrellas
«Lo que yo sé no equivale a lo que existe. A lo que puede existir. Nosotros no conocemos otras formas. Eso es todo.»
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