Emisora KWL | Rain Cross

Diseño de cubierta: Marco Gómez | Ilustraciones interiores: María Pizarro

SINOPSIS

Cuando Annie Matthews llegó ese día a la emisora, nunca sospechó, ni en sus más horribles pesadillas, lo que iba a encontrar. Junto a Josh, el locutor estrella de la KWL, descubre que el mundo se está desmoronando, y que ellos pueden ser el único nexo de unión entre los supervivientes.

Acompáñales a través de las ondas, en una aventura donde la muerte y el rock and roll están presente en cada llamada.

OPINIÓN PERSONAL

Annie Matthews trabaja en KWL, la emisora que te mueve, como técnico de sonido. Como cada mañana, ella es la encargada de pasarle las llamadas a Josh Levin, el hombre que lleva años al mando del programa. Pero esta mañana todos los oyentes llaman para informar de los extraños sucesos que están teniendo lugar en la ciudad.

La peculiaridad de este relato de zombis es que el estallido del apocalipsis está narrado por los oyentes de un programa de radio, ellos nos cuentan la tragedia en vivo. Los testimonios se repiten hasta que Annie y Josh empiezan a preguntarse qué está sucediendo ahí fuera mientras ellos trabajan, solos en su estudio de grabación, desconectados de un mundo invadido por muertos sedientos de carne humana.

Si bien el escenario resulta atípico, siento que desde esa oficina no se aprecia el horror en su totalidad, aunque por supuesto todo culmina en una dosis de violencia y sangre. Se lee rápido y es un buen relato, la prosa es magnífica, pero la historia es tan breve que le falta profundidad y no aporta nada nuevo al género. Por lo demás, todo correcto, el único fallo que le encuentro es que los zombis se infectan a distinta velocidad dependiendo del momento.

Esta segunda edición incluye además el relato inédito Memoria, una historia que transcurre tiempo después de los primeros infectados. El protagonista recuerda cómo ha evolucionado el apocalipsis mientras permanece confinado en un almacén de un centro comercial. En esta ocasión, la autora se ha centrado más en la psique del personaje y nos muestra su descenso a la locura... con más sangre.

Y de regalo un epílogo escrito por Tamara López, un pequeño relato ambientado en el mismo mundo apocalíptico que nos habla escuetamente de la desesperación de los supervivientes.

Especial mención para las ilustraciones interiores de María Pizarro.

«No murió exactamente.»

«Ya tenían el próximo horror que iban a emitir en directo.»