Aeydrian Dragos | Symphanell 1 | Elena Díaz-Valdés

SINOPSIS

Cinco mil seiscientos años de vida y un reino a las espaldas. Aeydrian Dragos nació como único heredero de los vastos Bosques de Nashgor, el arcaico y oscuro hogar de los Striga, su especie, cuyas dos razas viven en un conflicto continuo provocado por la traición y el desprecio mutuo. Como rey, está destinado a lidiar con las innumerables disputas entre los suyos, siendo el único que cree firmemente en que un día volverán a unificarse como lo estuvieron en un pasado remoto.

En su camino por construir un lugar mejor para su pueblo, Aeydrian conoce a Kaylah Blackshadow, una joven que, con su carácter extrovertido, conquista el antiguo corazón del rey Striga y que con su presencia desencadenará una serie de acontecimientos que lo cambiarán todo para siempre.

OPINIÓN PERSONAL

Aeydrian Dragos es el Rey de los Striga en las oscuras tierras de Nashgor, un niño nacido de dos razas enemistadas. Su padre era Patriarca de los Sanguis y su madre una esclava Cruentus. Su enlace supuso la liberación de los esclavos y esto debería haber traído la paz, pero los Cruentus han creado grupos radicales que luchan por dar la vuelta al mapa político y hacerse con el poder.

A modo de carta, Aeydrian nos resume brevemente la historia y evolución de su linaje durante los cinco mil seiscientos años que ha vivido. Las rebeliones que han tenido lugar, los acuerdos de paz entre especies... En definitiva, los movimientos políticos que le han llevado a ser conocido como el Rey Justo.

Y también la soledad que ha sentido hasta conocer a Kaylah Blackshadow, la mujer más enigmática y hermosa que ha visto en su vida. Kaylah es una Fate, una especie mágica, hija de un hechicero legendario cuyo poder será determinante.

El romance es dulzón sin llegar a empalagoso. Dos personas que se sienten como en casa el uno con la otra, aunque ella desconoce la naturaleza de su enamorado. Un desconocimiento que choca, pues los Fate están enemistados con los Striga, especie que recuerda a los vampiros, y su fuego mágico es de las pocas cosas que pueden acabar con su vida en un chasquido.

Una conspiración será la excusa perfecta para que ellos pasen más tiempo juntos, se conozcan mejor y descubran lo profundamente enamorados que están... mientras el mundo de Aeydrian se convierte en una batalla campal. ¿Podrá el Rey Justo sacar su lado más oscuro y sanguinario?

Pensaba que sería una relación romanticona, anodina y lineal, pero el desenlace nos descubre una trama más dramática y misteriosa. El conflicto continuará en el libro de Kaylah Blackshadow y espero que responda a todos los interrogantes que me han dejado con ganas de seguir leyendo.

El punto de vista de Aeydrian nos introduce en un mapa político que da para saga, y lo hace a buen ritmo narrativo, colocando muchas de las piezas que formarán parte en este tablero de ajedrez. Para entrar en más detalles, la edición cuenta con mapas ilustrados y un apéndice de personajes que nos ayudarán a ubicarnos.

Aquí no recorren muchos escenarios, pero describe ampliamente las tierras que han visitado. El reino de los Fate, por ejemplo, es un vergel de vida y magia con rincones preciosos en los que te dan ganas de quedarte a vivir... si no fuera porque detesto a los gobernantes la verdad.

El choque político entre especies es quizá lo que menos me ha convencido, a veces las repercusiones son tan exageradas que no resultan del todo creíbles, pero otras veces no se producen consecuencias. A pesar de todo, la jerarquía que establece es una buena carta de presentación que, sin duda, puede ir a más.

Salgo del libro encantada con el estilo narrativo de una autora que ha mimado su creación. Daniel de la Cruz ha compuesto la banda sonora oficial de Symphanell, concebida como una experiencia inmersiva.

«La justicia y la paz no podían ser posibles eternamente, siempre habría alguien queriendo pisar al resto.»

«Hay personas en este mundo que necesitan hacer daño innecesario para llenar los vacíos de sus existencias.»