13 abril 2023

Lágrimas en barcos de papel | S.F. González

 Ilustración de cubierta: Alba Alcaraz | Ilustraciones interiores: S.F. González



SINOPSIS

Entre estas páginas se esconde el dolor de la pérdida y el desgarro del duelo. La nostalgia del recuerdo del ser amado garabateada en trazos y susurrada en poemas, sombreando un alma marchita que trata incansablemente de recomponer sus pedazos.


OPINIÓN PERSONAL

Después de leer la primera página, confirmas que no son poemas: son lágrimas en barcos de papel que han nacido de un alma atormentada. Es una carta de amor a un amor perdido. Y como tal, nos habla del vacío que deja una pérdida, cuando por fin habíamos encontrado a esa persona que nos devuelve a la vida y de pronto tenemos que aprender a convivir con su recuerdo. 

No biografía todas las fases del duelo, es más un desahogo que plasma sobre el papel esa necesidad de eliminar la propia existencia para dejar de sentir. Porque la muerte es concebida como un reencuentro. Se comparte con los demás desde lo más hondo del pozo y escribe como si fuera un diario de a bordo, expresando cómo avanza la depresión, robándote energía y las ganas de vivir.

Las grietas de una ruptura interior son inmensas, pero no entra la luz. No dejamos que entre nada. Y en ausencia de ruido, la cabeza se va llenando de pensamientos recurrentes. Los versos que más me han ahogado son aquellos que hablan de las voces que te acompañan cuando estás hundido, esos susurros que nos decimos a nosotros mismos. Muchas veces llamados remordimientos.

Mientras todo el mundo te dice que tu corazón está sano y que el tiempo no se ha detenido, tratas de sonreír, intentas seguir... a sabiendas de que no puedes. El sufrir nunca será algo opcional, pero a veces el dolor es una jaula de la que no puedes escapar. Ha reflejado la impotencia del que se sabe perdido con una fuerza que trasciende lo escrito.

No diría que ha vomitado su dolor sin más, las metáforas que utiliza son tan visuales que explican a la perfección cómo se siente, llenando nuestra imaginación de escenarios y paisajes oscuros. Es un libro para consumir en pequeñas cápsulas, un poema cada vez, porque nos deja con un sabor amargo. Como la vida misma.


«Somos recuerdos. Somos anhelos.

Pero no somos eternos.»


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