05 mayo 2023

No desaparezcas | Marta Madrid Ribas

Diseño de cubierta: Rebeca Cid Vela



SINOPSIS 

Alma tiene 17 años y solo anhela meterse en su caparazón, entre libros y dibujos. En el instituto vuelve a cruzarse con Max, su mejor amigo de la infancia del cual se distanció al empezar la secundaria. Al saber que el chico está pasando por un momento complicado, Alma no dudará en tenderle su mano. El instituto es una etapa dura de superar y el proceso pondrá a prueba sus sentimientos y todo lo que saben de la amistad, el amor… y la vida. ¿Conseguirán superarlo juntos o se romperán en mil pedazos?


OPINIÓN PERSONAL

Alma y Max eran mejores amigos durante la primaria, pero se distanciaron en el instituto. Max nunca llegó a saber por qué Alma lo alejó después de pasar semanas en el pueblo de los abuelos. Desde entonces, Alma es una sombra de lo que fue, no siente interés por nada, ni siquiera tiene amigos. 

Mientras que ella se encerraba en los libros y su pasión por el dibujo, Max siempre ha vivido por y para el fútbol. Pero un horrible accidente hará que Max no pueda dedicarse al fútbol profesional y caiga en el pozo de la depresión. Max, que siempre había sido una persona alegre y sociable, solo quiere que todos le dejen en paz, está triste e irascible. Su mejor amigo sospecha que ha intentado suicidarse.

Alma no dudará en romper la distancia que los había separado para tratar de salvar al que fue su mejor amigo. Sin ella saberlo, están a punto de salvarse el uno al otro.

Me ha gustado cómo retrata lo que sientes cuando encuentras a una persona que siempre está ahí, capaz de entender tus días malos, y ya no recuerdas la vida sin ella. En ese sentido, he conectado con Alma. También nos muestra, con mayor o menor acierto, la toxicidad que desata un estado de ánimo inestable.

No me ha convencido tanto la relación casi enfermiza que mantienen. Alma tiene miedo, mucho miedo de no ser suficiente ayuda. Pero no le cuenta a sus padres la situación que están viviendo, ni le anima a ir a un psicólogo, porque Max dice: "si voy al médico me encerrarán".

Alma cree que obligándose a tener contacto social y echándole un ojo a todas horas se soluciona el problema durante unos meses, hasta que acabe el instituto.

El libro es una sucesión de clases, fiestas y tardes tirados en el sofá, mientras Max tiene días buenos, días malos y estallidos de agresividad. Alma está cada vez más desesperada, pero al mismo tiempo, nunca había sido tan feliz como con Max. Es una historia que hemos visto y leído muchas veces. Su relación evoluciona con un montón de clichés románticos, que lo son porque siempre funcionan.

En general, los personajes más secundarios se alejan un poco de la realidad y las casualidades no son creíbles. Hay detalles que no deberían pasar desapercibidos, pero les resta demasiada importancia. Otras veces los adultos se comportan de maneras extrañas.

La narración está cuidada y es una lectura ligera, aunque le falta profundidad. Hay conversaciones dramáticas que suponen un punto de inflexión en la historia, pero resuelve la escena con dos líneas de diálogo y se echa de menos que algunas escenas tengan más duración. Parece que la historia avanza a saltos.

Quizá un público más adolescente empatice mejor con la época de instituto que describe, no es mi caso. Sirve como primer contacto con la salud mental, aunque es cierto que las reacciones de los personajes no me parecen nada recomendables, abre un debate interesante.


«No sabía si todos sus compañeros de clase encontraban tan dura esta etapa. Solo sabía que Max estaba a un paso de no superarla y, a menudo, pensaba que ella tampoco lo haría.»


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