Traducción: Jesús Jiménez Cañadas | Diseño de cubierta: Andrés Sáez | Editorial: Red Key Books

SINOPSIS
Lynesse Cuarta Hija es una princesa rebelde menospreciada por su madre. Ahora el reino se ve amenazado por un terrible demonio que está sembrando el pánico y el horror allá por donde pasa. Su madre, la Regente, no da crédito a sus advertencias, pero ella está decidida a derrotar al monstruo. Para ello invocará el antiguo pacto con el Ancestro Nyrgoth, el gran hechicero que habita en la torre de la cima de la montaña.
Pero Nyr no es un hechicero, y tiene prohibido ayudar a las gentes del lugar. Además, sus conocimientos científicos le dicen que no puede tratarse de un demonio... Sin embargo, todo esto se viene abajo cuando una princesa guerrera llama a su puerta para pedirle ayuda, convencida de que su magia puede salvar su mundo.
OPINIÓN PERSONAL
Nadie subía la montaña más allá del Santuario de la Guerra. En la ladera, está la Torre del Ancestro Nyrgoth, el ultimo vástago de los ancestrales creadores, el mayor hechicero del mundo. La ruta hasta la Torre es ardua para que solo la recorran los héroes cuando el reino se vea amenazado por la brujería.
El linaje real acudía al Ancestro en tiempos desesperados para combatir magia con magia. Y décadas más tarde, Lynesse Cuarta Hija, princesa de sangre, ha invocado el pacto ancestral entre su sangre y el Antiguo para derrotar con su ayuda a un demonio y combatir una magia terrible que llega con el viento y arruina lo que toca.
Lynesse siempre ha venerado a los Ancestros y su mito. «Porque los mitos omiten todas las realidades sórdidas y conservan solo lo que desearíamos haber hecho, en lugar de aquello que hicimos realmente.» Pero en una realidad que ella desconoce, Nyrgoth no es un poderoso hechicero, sino un antropólogo de la Tierra que tiene prohibido interactuar con la colonia para no contaminar a los locales.
«Estoy triste por Lynesse Cuarta Hija, porque está tratando de ser algo que nunca ha existido. Y cuando no lo consigue, porque es imposible, vuelve a intentarlo.»
La narración alterna entre la tercera persona de Lynesse y la primera de Nyrgoth, detallando desde dos puntos de vista el mal entendimiento lingüístico y cultural entre ellos. Me resulta interesante cómo muestra las palabras del Ancestro y acto seguido profundiza en los pensamientos de Cuarta Hija, contrastando dos formas de percibir la realidad: científica y mágica.
La ambientación combina ciencia ficción y fantasía con pinceladas de terror arcano, ofreciendo como nueva una trama ancestral. La naturaleza del demonio me ha intrigado hasta las últimas páginas, con un desenlace redondo en el que todo encaja y nada sobra. Se lee en un abrir y cerrar de ojos, y sin pestañear para no perderte ni una coma.
Pero si algo me ha volado la cabeza ha sido la salud mental. El antropólogo espacial ha contemplado el paso de los siglos desde lo alto de su Torre, sobreviviendo a la persona amada y a las emociones negativas que lo han torturado desde su pérdida. Nyrgoth posee un sistema de disociación cognitiva que le permite ser racional y no sentir. Y pese a todo, el sentimiento de soledad y la depresión son el arco dramático de su persona.
«Hay una bestia que me acecha desde hace siglos. Está siempre tras de mí, y a veces se envalentona y cierra los dientes sobre mi garganta. Me arrastra hacia bajo, y si no interpusiera un escudo para defenderme de ella, podría no volver a quitármela de encima. Tales bestias cazan en secreto, y sus presas son reticentes a hablar de ellas por miedo a mostrar debilidad».
No me esperaba lo que he leído y salgo emocionada.
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