29 septiembre 2023

El feriante | Universo Feriante 1 | Raúl Reyes, José Requena

Diseño de cubierta: Manuel Reyes (Volta Disseny)



SINOPSIS

Septiembre de 1983. Santa Coloma de Gramenet. La soñada y deseada feria anual se tiñe de sangre cuando dos personas aparecen brutalmente asesinadas durante las fiestas mayores de la localidad. Entre bodegones, tómbolas, algodón de azúcar y atracciones, los inspectores Villalobos y Sampedro se adentrarán en una investigación desconcertante con pistas y hechos que escapa a toda lógica; una comunidad de feriantes hermética, un escurridizo asesino entre sus filas; una estela de desaparecidos tras el paso de los feriantes pondrá a prueba todas sus convicciones, sus conocimientos y sus propias vidas. 

El feriante, una emocionante historia donde se dan cita los golpes de los autos de choque, las subidas y bajadas de la noria y el que puede ser el último viaje… Descubre quién se halla detrás de todas esas muertes y desapariciones en este thriller policíaco que no te dejará indiferente.


OPINIÓN PERSONAL

Septiembre de 1983. Un vigilante de seguridad hacía su ronda en el recinto ferial de Santa Coloma de Gramenet cuando vio algo raro y avisó a su compañero por walkie. Cuando este llegó, se encontró al vigilante decapitado y al dueño de un puesto de vinos degollado y maniatado con alambres al mostrador.

La policía sospecha enseguida de los feriantes, pero no hay pruebas y todos tienen una coartada sólida. El caso se complica cuando la jefatura de Santa Coloma acepta colaborar con el comisario Baena: hace un año se produjo un apuñalamiento en un entorno ferial y los crímenes podrían estar relacionados.

El asesino posee una fuerza sobrehumana, las huellas desaparecen como si volase, falta sangre en los cuerpos, los feriantes parecen respaldarse asustados por algo... Como bien anuncia la sinopsis, los hechos se escapan a toda lógica.

«¿Te has dado cuenta de que este caso parece un caso de homicidio normal pero siempre hay un elemento que no podemos explicar?» «Aquel maldito caso se había convertido en una auténtica locura, en una espiral insana que los abocaba a una dimensión absolutamente oscura, insondable y desconocida.» 

El feriante es una novela oscura de terror paranormal y saber esto de antemano ha dilapidado el suspense. Desde la primera visita al escenario del crimen, hallamos ciertos detalles que señalan siempre en la misma dirección. El misterio se diluye demasiado pronto, conocemos la naturaleza sobrenatural del caso y solo nos queda cercar al responsable para descubrir con qué fin ha organizado tal espectáculo.

La mitad del libro nos introduce en la investigación policial, pero es una narrativa muy completa que retrata también la vida personal de los inspectores que llevan el caso. El inspector Manuel Villalobos es un padre de familia serio y gruñón, casado con una mujer optimista y risueña. El subinspector Agustín Sampedro tiene un hijo al que apenas ve y envidia la familia de su compañero, aunque disfruta de una vida caótica como recién divorciado.

Acompañamos a los inspectores en los problemas más cotidianos de una vida más o menos acomodada: las reuniones de vecinos, la compra de una segunda residencia pensando en la jubilación; aunque también atraviesan momentos familiares de una dureza emotiva, como el miedo a envejecer, el recuerdo de una infancia traumática y la violencia de género. Es un relato intimista con un pequeño toque romántico que nos encogerá el corazón en más de una escena.

Uno de los puntos fuertes es precisamente la construcción de los personajes, ya que todos tienen su propio recorrido e historia personal, son como una gran familia. No simpatizo con todos, pero los autores dedican páginas enteras a retratar sus vidas, por anodinas que puedan parecer. Todos los agentes tienen un papel importante en la resolución del caso y permanecen en contacto, no son completos desconocidos ni aparecen únicamente cuando se requiere su intervención policial. La estructura de la novela es magnífica y la prosa me ha maravillado.

En otro orden de cosas, la ambientación nos lleva de vuelta a la España casposa de los años 80. La mayoría de los personajes, protagonistas incluidos, tienen un punto machista, racista y homófobo que me ha costado un triunfo digerir. El clasismo de la época y la ausencia de mujeres en papeles relevantes es notable. Las expresiones como «jacas con buenos jamones» o «la camarera de las tetazas» no han envejecido bien y los hombres van soltando comentarios a espuertas, mientras se tiran pedos, eructos y hablan de pitos. Yo personalmente no le encuentro la gracia.

La narrativa mejora con la aparición de uno de los mejores personajes de la novela: la periodista Olalla Segura, «una vikinga de curvas». Con su ayuda, da comienzo la verdadera persecución del asesino, metiéndonos en una trama paranormal mucho más entretenida y propensa a las escenas de acción con giros inesperados.

Los últimos capítulos, y tercera parte de la novela, son una especie de documento que resume las declaraciones policiales, las transcripciones de interrogatorios y una serie de cartas. Lo encuentro algo denso porque repite las mismas escenas desde diferentes puntos de vista y algunos textos adelantan lo que sucedió después. En general, no ha llegado a sorprenderme, excepto uno de los giros dramáticos.

Hasta el último momento esperé otro desenlace y el final me deja un poco fría. Pese a todo, la calidad literaria me ha parecido incuestionable.


«El miedo se pega a la piel, al corazón, a la mente como una sanguijuela hambrienta y no suelta. Lo invade todo; corrompe la existencia y ahuyenta la tranquilidad.»


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