Diseño de cubierta: Rubric

SINOPSIS
Hay un grupo de personas que a lo largo de su vida van a verse expuestas a una serie de vicisitudes que les harán definitivamente diferentes, me atrevo incluso a definirlas de especiales.
Exploradores del verbo que se extiende sobre las aguas por crear, navegarán los océanos a la búsqueda de la Ítaca perdida.
Esta senda hecha con amor y verbo de uno de esos seres especiales que llamamos poetas el cual desnuda su alma en cada verso y la naturaleza acompaña a cada etapa vital: infancia, amistades, dolor, muerte, amor sagrado, pérdidas, etc.
Leed como cuando éramos niños, con los ojos bien abiertos y la sorpresa como amiga, adentraros en su mundo, y simplemente disfrutad.
OPINIÓN PERSONAL
Para empezar, no hablaré yo. Hay unos versos del propio poemario que reseñan a la perfección la poesía que habita sus páginas: «Plasmar con estos signos codificados todo lo que bulle en el interior». Este libro es un revoltijo de pensamientos y emociones, fragmentos de una vida que tantea su extensión al mismo tiempo que plasma su existencia.
Digo que es un revoltijo, como si no hubiera orden en el caos, pero es un poemario dividido en estaciones y cada una representa el trasfondo de esas rimas agrupadas. La introducción, como no podía ser de otra manera, es el nacimiento del poeta y las primeras experiencias de la infancia. El verano es un «soplo fresco» que habla de la amistad y las relaciones. El otoño triste engloba los poemas más oscuros, inundados de depresión y malos pensamientos. El invierno es la muerte de la vida, ¿puede que el final sea un principio? El renacer de la primavera nos recuerda el milagro de la vida y contempla el alma como un regalo de quien «nos ha formado a su imagen».
Siempre que reseño poesía, comento lo mismo. Yo de poesía no entiendo, no puedo apreciar la métrica o la rima, solo entiendo cuándo un texto me ha transmitido emociones, como un cuadro abstracto. Y aquí me he encontrado en los versos del otoño. En mi caso, he conectado más con la incertidumbre y el sinsentido que con la espiritualidad, pero cada lector apreciará diferentes letras.
Por destacar, me han gustado las metáforas e imágenes que utiliza para describir la existencia como una batalla entre dos equipos, la vida y la muerte. Es una poesía extraña, íntima y con mucho poso personal, hay que mirar dos veces.
«¿Cuándo podré volver a ser el que era?»
«Qué será de mí.»
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