20 octubre 2023

Vamos a morir todos | Emily Austin

Traducción: Julia Viejo | Ilustración de cubierta: Martí Melcion | Diseño de cubierta: Josep Dols | Editorial: Blackie Books



SINOPSIS

Gilda teme a la muerte, lo normal. Solo que también le da miedo seguir viva, y lo que eso supone. Lidiar con una familia excesiva. Pagar facturas. Dar un paso adelante en su relación con Eleanor. Cuando empieza a trabajar de secretaria en la iglesia St. Rigobert (un poco por error), encuentra una nueva perspectiva acerca de la muerte y la supervivencia. Allí conocerá al párroco Jeff, quien llora a escondidas tras cada funeral, al coach motivacional profundamente desmotivado Giuseppe, que la llama todas las noches para pedirle una cita. A una anciana amante de los gatos, con quien intercambia correos. Gente a la que la vida no se le da excesivamente mejor que a ella, y sin embargo sigue intentándolo. Porque vamos a morir todos. Pero no hoy.


OPINIÓN PERSONAL

Gilda es una mujer de veintisiete años obsesionada con la muerte. No solo teme a la muerte, no piensa en nada más y lo hace en un sentido hipocondriaco. Se pasa el día en urgencias, con ataques de pánico, todo el personal sanitario la conoce, dicen que la derivarán a psiquiatría, pero nunca la llaman, solo le recetan vitamina D y la mandan para casa.

Necesita hablar con alguien y encuentra una posible solución en el folleto que le entregó una monja. «Ven al 1919 de Peach Tree Crescent para recibir apoyo gratuito en salud mental» reza el folleto. Por circunstancias, después de una entrevista de trabajo accidental, Gilda acaba trabajando como secretaria en una iglesia católica, aunque es atea y lesbiana. 

Para conservar su puesto de trabajo, fingirá ser alguien completamente diferente y conocerá a otros personajes con sus propias preocupaciones. El párroco Jeff es un hombre triste, el administrador Barney investiga la muerte de la anterior secretaria con la ayuda de un libro sobre asesinos. El presunto asesinato de una anciana tan adorable como Grace me ha intrigado, es un añadido interesante, bien desarrollado y con un mensaje final que no me esperaba.

Vamos a morir todos. Pero no hoy. Esta es la historia ficticia de una realidad que cada día atrapa a más personas. Gilda es una mujer con pocas habilidades sociales y muchos pensamientos sobre la futilidad de la existencia. Siempre imagina el peor escenario posible, consciente de lo fácil que resulta morir. Su personalidad describe un cuadro de ansiedad y depresión con tendencias suicidas, es un libro lleno de las preocupaciones que nos asaltan con frecuencia.

Gilda se muestra crítica, o escéptica, con una sociedad que necesita validación. Sus conversaciones con el resto del mundo son torpes e inapropiadas, muchas veces tiene ideas morbosas y considera nuestras costumbres como conductas impensables en cualquier otro animal. Mientras, ella también intenta encajar en un ambiente religioso que prohíbe las cosas que le hacen feliz, como su relación con Eleanor. 

Su estilo narrativo es conciso y poco lineal. Hay muchísimo diálogo, sobre todo diálogo interior que nos permite conocer los entresijos de una vida personal. Sus pensamientos más íntimos saltan en el tiempo con frecuencia. Gilda no puede concentrarse y, cada pocas líneas, le vienen reminiscencias de un pasado traumático y una historia familiar nada idílica. Tengo la sensación de no haber leído una historia, porque este libro es un vómito de terror existencial. 

Si no empatizas con los trastornos de Gilda, puede parecer una lectura monótona porque se repite y no habla de nada más, no aporta nada interesante como historia. Pero yo me he visto en ella y lo he devorado.

 

«Me pregunto si de verdad alguien se identifica con el adulto en el que se ha convertido».

«A veces me pregunto si he sido la misma persona toda la vida».

«Estoy atrapada en un cuerpo frágil».


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