08 febrero 2024

Canción negra | Wisława Szymborska

Traducción: Abel Murcia, Katarzyna Moloniewicz | Ilustraciones: Kike de la Rubia | Editorial: Nórdica libros


SINOPSIS

Hay libros que de alguna manera humanizan a sus autores, que dejan de presentarlos bajo una única luz plana. Canción negra, en el caso de Wisława Szymborska, quizá sea uno de esos libros.

No publicado en vida de la premio Nobel de Literatura polaca —aunque sí varios de sus poemas, aparecidos en diferentes revistas o antologías—, nació como regalo en 1970 de su exmarido, el poeta Adam Włodek, con el que siempre mantuvo amistad.

La obra, publicada en 2014 en Polonia, recoge poemas escritos entre 1944 y 1948 que ofrecen una imagen de la poeta polaca muy diferente de la que tiene el lector español, si bien ya se entrevén aquí y allá algunos de los grandes rasgos de la autora.

Una obra fruto de una época, y fundamental para entender la evolución de una poeta imprescindible.


OPINIÓN PERSONAL

Publicado dos años después de la muerte de la poeta polaca, este poemario es una recopilación hecha en 1970 por el poeta Adam Wlodek, el marido de Szymborska. Los traductores mencionan en las notas que no es un libro fácil de leer, ni fácil de entender, pero es necesario para ver de dónde venía. Son los poemas que escribió en su juventud, sus primeros pasos en la poesía, «alejados en su tono de toda la obra posterior». El contexto de su escritura fue la invasión de Polonia por el ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial y la liberación de Cracovia.

«¡Fronteras, cuánta fuerza la vuestra
para cerraros como puños!»

Canción negra es la búsqueda de la palabra para describir algo indescriptible. Si tuviera que reseñar la pluma de la autora en sus propias palabras, lo haría con este verso: «tengo que cambiar mis ojos por palabras». Puesto que Szymborska observa lo inmediato para convertir su testimonio en una poesía que nos pone en su lugar, letras que nos inquietan porque nos resultan familiares. Sus primeros pasos como poeta recuerdan a la belleza de un haiku que simplemente contempla lo que ve: los horrores de la guerra en los corazones de quienes sufren, la futilidad de la ambición humana. Hay tanto dolor y desolación en sus versos... pero también esperanza.

«El mundo renacerá sin los fantasmas de la guerra.»

Las ilustraciones de Kike de la Rubia son simplemente soberbias, tanto su estilo de dibujo como la delicadeza con la que ha sabido captar la historia detrás del poema.


«Las lágrimas son un robo del aliento.»


No hay comentarios:

Publicar un comentario