07 agosto 2024

¿El gato se comerá mis ojos? | Caitlin Doughty

Traducción: Silvia Moreno Parrado | Ilustraciones: Dianné Ruz | Editorial: Capitán Swing


SINOPSIS

Cada día, la directora de funerarias Caitlin Doughty recibe docenas de preguntas sobre la muerte. Las mejores son las de los niños. ¿Qué le pasaría al cuerpo de un astronauta si lo empujaran desde un transbordador espacial? ¿Se hace caca al morir? ¿Puede la abuela celebrar un funeral vikingo?

En "¿El gato se comerá mis ojos?", Doughty combina sus conocimientos funerarios sobre el cuerpo y la intrigante historia que se esconde tras las ideas erróneas más comunes sobre los cadáveres para ofrecer respuestas objetivas, divertidas y sinceras a treinta y cinco preguntas peculiares planteadas por sus fans más jóvenes. Con su inimitable enfoque, Doughty detalla la sabiduría y la ciencia de lo que ocurre con nuestros cuerpos después de morir. ¿Por qué gimen los cadáveres? ¿Qué hace que los cuerpos se coloreen durante la descomposición? ¿Y por qué el pelo y las uñas parecen más largos después de la muerte? Los lectores aprenderán cuál es la mejor tierra para momificar el cuerpo, si se puede conservar el cráneo de tu mejor amigo como recuerdo y qué ocurre cuando mueres en un avión.

Bellamente ilustrado por Dianné Ruz, '¿El gato se comerá mis ojos?' nos muestra que la muerte es ciencia y arte, y que sólo planteándonos preguntas podremos empezar a abrazarla.


OPINIÓN PERSONAL

Caitlin Doughty tiene una funeraria, es directora de pompas fúnebres y experta en temas relacionados con la muerte, habla de ello por la radio. En este libro ha recopilado algunas de las preguntas curiosas que le han hecho sobre la muerte. Y lo más curioso: todas las preguntas proceden de los niños.

«Todas las preguntas sobre la muerte son buenas preguntas sobre la muerte, pero las más directas y estimulantes vienen de los niños.»

Se menciona que las respuestas son también para los niños, aunque el lenguaje me parece demasiado científico para los más pequeños, que no están familiarizados con algunos términos. Es un libro de divulgación sencillo, pero destinado (diría yo) a niños entrando en la adolescencia y sobre todo para adultos. El tono narrativo es humorístico y simpático, una conversación de tú a tú. Me he reído mucha veces con su manera de contarlo.

Es un libro compuesto de 34 preguntas y una “ronda relámpago” de 5 respuestas breves, incluye una entrevista hablando del miedo a la muerte en los niños. Son preguntas variadas, algunas que hemos oído mil veces y otras que me han divertido o interesado. Aquí no hay tabús que valgan, explica científicamente y legalmente un montón de anécdotas de lo más peculiares relacionadas con los cadáveres.

Las ilustraciones de Dianné Ruz, una chica y un esqueleto que "interpretan" con detalle la esencia de las respuestas, son perfectas y su estilo me ha enamorado.


«No podemos hacer que la muerte sea divertida, pero sí podemos hacer que aprender sobre la muerte sea divertido.» 


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