La segunda venida de Hilda Bustamante | Salomé Esper

Arte de tapa: Mariana Ruiz Johnson | Diseño de cubierta: Gonzalo Marín | Editorial: Sigilo

SINOPSIS

Hilda Bustamante tiene 79 años y, como a todas las personas, un día le toca morir. Lo insólito es que un tiempo después Hilda revive en su tumba, logra romper el ataúd y, sin entender bien lo que le está pasando, regresa a su casa, para conmoción de Álvaro, el amor de su vida, de Amelia, su adorada nieta adoptiva, y de las «chicas» de la iglesia, que siempre la consideraron una persona discretamente extraordinaria. Esta novela cuenta la historia de Hilda y el pequeño y maravilloso escándalo de su resurrección. Con una escritura de una economía exquisita, Salomé Esper nos sorprende por su dominio en el arte de la narración tanto como por el humor y la dulzura con los que trata a sus personajes. La segunda venida de Hilda Bustamante es la admirable primera novela de una autora que llegó para quedarse.

OPINIÓN PERSONAL

«Hilda despertó con la boca llena de gusanos.» Ha pasado un año desde la muerte de Hilda Bustamante. Su marido Álvaro y su nieta adoptiva Amelia han sufrido su ausencia cada día, llorando su pérdida sin descanso. Pero un año después, Hilda regresa a casa de entre los muertos.

La segunda venida de Hilda es la historia de un matrimonio y la familia que han elegido. Hasta la mitad del libro, la resurrección apenas tiene peso y nos cuenta el pasado de la pareja. Hilda y Álvaro han sido felices, a pesar de los errores y la obsesión por ser padres de unos niños que no llegaron.

Parece que la historia no avanza, aunque se lee rapidísimo. Mientras los personajes hacen un repaso por su vida, tienen lugar extraños sucesos en una ciudad que antes era tranquila. Nos encontramos en último lugar a las amigas Devotas de Hilda, quienes redondean y cierran un relato extraño, con un ligero toque de humor, diríase satírico y tintes de realismo mágico.

El final, la última página y línea, ha logrado emocionarme. Me ha parecido un libro entretenido y entrañable, sobre todo en proceso de duelo, pero siento que no me ha llegado todo lo que quiere contar.

 

«Mi mamá siempre dice que Dios nos da lo que podemos aguantar, pero yo no creo que sea así. Aguantamos porque nos ayudan. Sola no se puede ni con la felicidad.»

«¿Adónde van los que se quedan?»