Ilustración de cubierta: Golden Rose | Ilustraciones interiores: Rocío Galeote Ramírez
SINOPSIS
Desde la División de Lumansel, los vénedos habían tenido dos ventajas frente a los humanos: la magia y los Visionarios. Pero aquello acabó cuando estos últimos fueron condenados a muerte por traición. Siglos después, solo la princesa de los vénedos, Minnlenai, ha escapado de esta criba y cuenta con el don.
Minnlenai tendrá que lidiar con la llegada de su prometido a la corte, la marcha de su mejor amigo a la frontera, las traiciones en la historia de Celenda y el misterio sobre la muerte de su madre. Mientras, allá donde su reino se une con el de los humanos, las tensiones entre ambas razas están a punto de desatar la guerra.
OPINIÓN PERSONAL
«Al comienzo de los tiempos, los vénedos habían dominado el planeta entero y habían esclavizado a los humanos. Tras una sangrienta revolución, los hijos de Noldun habían logrado la libertad y Lumansel se había dividido en dos grandes reinos: los vénedos se habían establecido en Celenda, y los humanos, en Ninenda.»
Celenda, año 4146 tras la División de Lumansel
La princesa Minnlenai es la única Visionaria en Celenda. La Visión es el poder que la Diosa Madre les concede a los vénedos que nacen las noches de doble plenilunio, un don que les permite Ver pasado y futuro. Hace décadas un Visionario traicionó a su raza en la guerra contra los humanos y desde entonces las leyes decretan la muerte de todos por la traición de uno. Nacer con la Visión supone una condena a muerte, pero el rey ha decidido hacer una excepción con la primogénita.
Minnlenai ha crecido sabiendo que nunca podrá ser reina, su futuro político será guiar a los vénedos en una guerra inminente y casarse con el noble Farein, al que no ve desde niños. Un compromiso que le rompe el corazón, pues ella está enamorada de su amigo de la infancia, Jerik, un guardia real.
La historia, o bien mitología, de Lumansel ha despertado mi interés de inmediato. En los primeros capítulos, se describe la Morada de las Diosas y a los dioses de los humanos, así como las rencillas entre ambos. Introduce mucha información, pero lo hace de forma concisa y ordenada, desde el inicio conocemos los antecedentes de los Visionarios, aunque deja algunos interrogantes en el aire.
Me ha intrigado conocer los motivos de la traición y cómo encajan los capítulos de las diosas en el resto de la novela. El desenlace añade nueva información y saca a la luz viejos secretos, con giros inesperados. Todos los personajes están jugando sus cartas y el abanico cada vez es más amplio. Se echa de menos el punto de vista de los humanos, imagino que tendrán más protagonismo en el siguiente libro.
Su estilo narrativo es agradable, ágil y ameno, aunque la construcción del mundo y el esquema narrativo no resultan menos sólidos por su brevedad. La historia da pequeños saltos temporales, mezclando los sucesos actuales con los recuerdos de otros personajes. Relata los hechos de manera directa, con poca extensión o tramas secundarias. Si buscas una lectura ligera, es perfecto para desconectar unas horas.
Me despido diciendo que la pareja protagonista es adorable. Me han enamorado en el principio y he sufrido por ellos hasta las últimas líneas, con una prosa sencilla y tierna que te deja el corazón blandito.
«No era raro haber intentado huir de todo lo que se esperaba de ella. Era un destino que le habían impuesto y con el que había tenido que cargar desde muy joven, ¿cómo iba a estar de acuerdo?»
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