14 septiembre 2024

Días interminables | Pascual Delegido

Ilustración de cubierta: Cristina Moreno


SINOPSIS

En la Última Gran Guerra la tierra tembló.

Tras la devastación producida por el belicismo humano, se desencadenaron colosales cataclismos que partieron, helaron y hundieron los continentes, oscureciendo el cielo junto al porvenir de la humanidad. De las cenizas de aquella civilización surgieron cuatro reinos feudales en los contados territorios que quedaron libres de veneno, cuya ambición y ansias de expansión originaron nuevos conflictos.

Ahora, un rey desterrado pondrá en jaque la tambaleante paz al secuestrar a la heredera del Oeste.

En un intento por salvarla y mantener el equilibrio en el nuevo mundo, su prometido comandará a un diverso grupo de mercenarios formado por mujeres y hombres ávidos de una suculenta recompensa. Embarcándose en una misión de rescate incierta, no sólo tendrán que enfrentarse a las huestes que le quedan al enemigo, sino a una isla que no los quiere allí, plagada de peligros, bestias nacidas del apocalipsis y una terrorífica voluntad de querer aniquilar a cualquiera que desembarque en ella.


OPINIÓN PERSONAL

Durante la Última Gran Guerra en el Antiguo Mundo, los combustibles y recursos naturales se agotaron, la radiación produjo un cambio drástico del clima, así como especies nuevas debido a mutaciones. Los desplazamientos tectónicos deformaron los mapas registrados, originando cuatro grandes y alejados reinos: Norte, Sur, Este y Oeste.

Nos encontramos en el Nuevo Mundo, décadas después del cataclismo, cuando la paz vuelve a estar en decadencia. A medida que la civilización resurgía, más lideres querían conquistar lugares, cometiendo los mismos errores del pasado. «Habitaban un mundo resentido y cruel con gente horrible.» Con la esperanza de prevenir una futura guerra, la princesa del Oeste, ha sido prometida con el príncipe del Sur. 

Poco antes del enlace, el rebelde que fue destronado por el actual Rey del Sur rapta a la princesa. La reina del Oeste ordena reclutar a catorce efectivos, cuya misión consistirá en atravesar la Isla de Fuego y rescatar a la heredera. Y en media tarde, reúnen a las almas perdidas que partirán esa misma noche, un total de dieciséis, sin preparativos. La lista no tiene desperdicio:

«Contaban con dos guardias reales que nunca habían entrado en batalla, con un espía de dudosa moral, con un curandero que no era ni enfermero, una exmilitar convertida en soldado de fortuna, dos exploradoras movidas por la aventuras, un ladrón extraordinario que no dejaba de ser un delincuente, un forzudo herrero sureño racista, dos inquietantes cazarrecompensas, un joven que no tenían ni idea de dónde diablos había salido, y el propio Fileas al frente de ellos» y alguien que conociera la isla.

No es una distopía sobre el Nuevo Mundo ni una novela de intrigas políticas, Días interminables es una novela de aventuras y supervivencia extremas, en un mar y una jungla que recuerdan a la prehistoria. Un escenario natural decorado a su vez con un sinfín de trampas y escaramuzas salvajes. Es una historia que juega también con el terror, llenando sus páginas de sangre y violencia.

Los tiempos narrativos están bien llevados, quitando las incongruencias necesarias para desarrollar el nudo sin presentación y a buen ritmo. Un narrador en primera persona contempla cuatro puntos de vista: los mercenarios, la princesa, la reina y los secuestradores, ofreciendo una panorámica de todo lo que sucede en esa isla maldita. Aunque los padecimientos de la princesa son crueles y dejan mal cuerpo, los rescatadores en apuros son el principal entretenimiento.

Los mercenarios inician su viaje como niños pequeños, de juerga y jugarretas, pero las experiencias van forjando su carácter y, al final, es posible encariñarse con alguno. Desconozco si era intención del autor hacer parodia, pero esa impresión me ha dado en algunos momentos. El resultado es un batiburrillo de géneros bastante resultón, entretiene aunque la historia de fondo no sea sobresaliente.

Si no me equivoco, este libro fue su primera obra autopublicada y está bien escrito, con un esquema que guarda un par de sorpresas e hila con soltura a los personajes, criticando la naturaleza humana. En cuanto a estilo narrativo, puede madurar y pulir la prosa, en ocasiones se me ha hecho rebuscado sin necesidad, pero es una obra prometedora.


«El mundo fue peligroso por el ser humano, pero tras la catástrofe se rebeló para reclamar lo que es suyo y ahora él es el peligroso. Es su turno.»

«Había veces que pensaba que las personas sólo se unían para sobrevivir si su reino corría peligro de ser arrasado y se veían víctimas del pillaje, y una vez pasada la contienda, regresaban las rencillas irracionales de siempre.»

«Aunque no soy nada, sé que hasta el ser más insignificante puede alterar el peso en la balanza.»


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