Estrellas de neón | Tracia C. Mercurio

Ilustración de cubierta: Syndanendrea | Ilustraciones interiores: Susana Pardo (@LionraeArt)

SINOPSS

Uno de los pocos humanos que quedan en la Unión Planetaria, decide contratar a una compañía de mercenarios espaciales para ayudarle a perseguir una pista que le permitirá probar lo imposible: La existencia del planeta Tierra.

Así empieza esta particular visión del género space opera. Una historia con tintes de comedia y fantasía, que le da la vuelta a los clichés de las razas fantásticas y las historias sobre el espacio exterior.

OPINIÓN PERSONAL

Gryphus Lidonferth es doctor en lenguajes arcanos y catedrático en la Universidad de Thillia. Sus investigaciones actuales se centran en intentar encontrar el origen de la raza humana: las leyendas dicen que hay un planeta lleno de humanos en algún lugar de la galaxia, un planeta fuera de los registros de la Unión Planetaria. 

Su ultima pista es un libro escrito por J. Wilson, un humano que vive aislado en una cabaña en los bosques del planeta Drath. Para encontrar al escritor, Gryphus (un humano) se embarca en la Olympia, una nave de contrabando tripulada por: Höe (un gnomo), Lyra (una elfa), Roah (una orca) y Chuletas.

Una pequeña sorpresa de libro, coloca los personajes de la fantasía épica medieval en un escenario futurista y lo hace en tono de humor, con una visión crítica de la actualidad. Drath es un planeta de neón, una ciudad turística y de ocio llena de ciertas... celebridades que también pueblan la Tierra. No esperaba tanto trasfondo social y medioambiental, pensaba que sería una trama absurda para echarse unas risas, pero es un argumento de peso, entretenido y simpático.

El ritmo narrativo y la puesta en escena son peliculeros, una novela recomendable si buscas una lectura ligera para desconectar unas horas y reafirmarte en tu rechazo a los ricos. Los protagonistas están bien construidos, la mayoría tienen un pasado y un arco interesante, te encariñas de ellos. De modo que el final te deja con ganas de más aventuras a bordo de la Olympia.

 

«Cuanto más dinero mueve un planeta, más contraste hay entre sus zonas ricas y pobres».

«Para que unos tengan tanto otros tienen que vivir con muy poco».