Editorial: Bruño
SINOPSIS
Cuando Zack encuentra a If, un sofisticado modelo de "smartdroid", medio sepultada entre montones de chatarra, siente hacia ella una atracción instantánea y decide llevársela. Sabe que está cometiendo un delito pero un impulso más fuerte que él lo mueve a cogerla y salir huyendo. Además, es un reto conseguir conectarla durante al menos unos segundos. If despierta. Todo un éxito para un chico de diecisiete años como él. A partir de ese momento, se suceden acontecimientos a una velocidad de vértigo. Zack descubre que a If le han borrado la memoria, tiene el programa del habla dañado y es difícil comunicarse con ella. Pero todo hace suponer que esconde un gran secreto. ¿Quién es el misterioso androide que la está persiguiendo? ¿Logrará Zack ocultarla para que no se la lleve? Y lo que es más importante, ¿es posible que Zack se esté enamorando de If, que en el fondo es solo una máquina?
OPINIÓN PERSONAL
«Todas las pelis que echan se pueden resumir de la misma forma: chico conoce a chica, se producen una serie de encuentros casuales y resulta que tienen mucho en común, se enamoran el uno del otro, surgen problemas entre ellos que amenazan con separarlos... Pero el final puede variar: a veces terminan juntos, en otras uno de ellos muere trágicamente...»
Cuando Zack encuentra a If, un sofisticado modelo de smartdroid, medio sepultada entre los montones de chatarra, siente hacia ella una atracción instantánea y decide llevársela. Consigue volver a conectarla e If despierta. A partir de ese momento, se suceden acontecimientos a una velocidad de vértigo. Zack descubre que a If le han borrado la memoria y que un misterioso androide la está persiguiendo. Con este argumento, la novela prometía una buena dosis de ciencia ficción aderezada con una pizca de romance. Pero, en realidad, sólo un 10% de la novela habla de ciencia ficción. El 90% restante va de triángulos amorosos donde todos están enamorados de otro personaje.
Los protagonistas son un grupo de tres amigos bastante clásicos: Zack, el empollón buena persona. Derek, el guaperas popular. Nicole, la lista tímida. Y de vez en cuando, aparece Austin, el adolescente salido que se dedica a toquetear a las chicas como si estuviera a punto de violarlas, solo para que el empollón y el popular puedan interpretar su papel de héroes salvando a las chicas del acoso sexual... una y otra vez. Los adultos son los grandes ausentes de la novela.
Entonces, Zack encuentra a If en la basura. ¿Y se enamora de la smartdroide porque es "smart"? No, porque es guapa. Si no fuera un androide, If no tendría ningún rasgo que la diferenciase de las demás chicas. De hecho, todos los personajes me parecen un poco irrelevantes. Me he pasado toda la novela preguntándome si Zack la habría rescatado de haber tenido rasgos feos. Porque lo primero que le llama la atención es lo bonita que le parece la smartdroid.
Se trata de un libro escrito en primera persona del presente, pero desde el punto de vista de todos los personajes buenos. Cada capítulo está escrito por un protagonista diferente, de modo que la autora ha empleado diferentes formas de expresarse con cada uno, aunque todos son bastante parecidos en cuanto a personalidad. Este tipo de prosa me ha parecido bastante original. Me gusta especialmente cuando intenta imitar la voz interior de los smartdroids, porque es complicado ponerse en el lugar de una máquina, a pesar de que tienen emociones bastante humanas. Lo mejor es que el ritmo es bastante ameno, de modo que se trata de una lectura muy apropiada para cualquier lector adolescente.
La verdad es que me desconcierta un poco la intención de esta novela. No me queda muy claro si ha escrito una historia demasiado típica a propósito, a modo de parodia subliminal. La mayoría de las escenas románticas y de acción son tan ridículas y trilladas que me he divertido de lo lindo. Lo más gracioso de todo es que hace mención a las películas románticas, todas igual de predecibles, cuando esta novela es un claro ejemplo del género.
De hecho, me recuerda a todas esas películas de acción que emiten los domingos. Las situaciones románticas son de manual y las peleas me parecen demasiado tontas. Para empezar, la fábrica de androides tiene una seguridad de pacotilla y es de género bobo deshacerse de un smartdroid tan importante en un lugar tan poco apropiado ya que, según parece, el basurero está al alcance de cualquiera con ganas de cotillear un poco en la propiedad privada. Por otro lado, los diálogos hacen uso de un cliché tras otro. De modo que me ha parecido una lectura bastante entretenida, aunque no ofrece nada realmente nuevo ni sorprendente. Por cierto, en un párrafo, menciona de forma detallada una de las obras de Isaac Asimov, pero creo que bebe mucho más de otras fuentes cinematográficas.
Por otro lado, comete pequeños fallos en la información más básica. Por ejemplo, If es una androide. Una más o menos humana, pero máquina al fin y al cabo. Si borras o bloqueas la memoria a un ordenador, queda un poco surrealista que se comporte como si fuera un humano con amnesia. Tampoco deberían tener huellas dactilares que activen un identificador de huellas. Por último, estamos hablando de una sociedad que ha sido capaz de crear una máquina tan parecida al ser humano que, a simple vista, solo se pueden diferenciar por la forma y el color de los ojos pero, al mismo tiempo, estamos hablando de una sociedad que no ha progresado en absoluto. No queda muy realista que las costumbres y, sobre todo, la tecnología sean idénticas a la época actual. En mi opinión, todo debería ser un poco más futurista.
En definitiva, ¿me parece IF una buena recomendación? Hay que tener en cuenta una cosa: la mayoría de los detalles que a mi edad, me han parecido ridículos, a los niños puede parecerles una aventura fascinante. Después de todo, esta novela les permite imaginar un mundo en el que cualquiera puede convertirse en una especie de agente secreto para enfrentarse a la industria más poderosa del mundo. Y como leer es soñar, ¿por qué no?
«Otra cosa que también odio: la mentira. Nunca he llegado a entender por qué los humanos mienten. ¿No es más fácil decir la verdad?»
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