15 mayo 2017

Prohibido leer a Lewis Carroll | Diego Arboleda, Raúl Sagospe

Ilustraciones: Raúl Sagospe | Editorial: Anaya


SINOPSIS

Este libro narra la historia de Eugéne Chignon, una joven institutriz francesa que en 1932 viaja hasta Nueva York para cuidar de una niña, Alice, cuya desatada pasión por el mundo creado por Lewis Carroll ha provocado que sus padres le prohíban leer sus libros.

La primera misión de Eugéne será evitar que Alice se entere de que Alice Liddell, la auténtica Alicia que inspiró a Lewis Carroll, ahora con ochenta años, va a visitar la ciudad para recibir un homenaje.

Eugéne Chignon comprobará que las extrañas casualidades, los personajes extravagantes y las situaciones absurdas no son solo patrimonio del País de las Maravillas, sino que se encuentran a menudo en nuestro mundo y especialmente en esa casa.

La comedia disparatada y los datos históricos (reales y a pesar de eso aún más disparatados) tienen cabida en esta novela, en la que el sinsentido, ese nonsense tan emblemático de Carroll, acaba teniendo mucho sentido.


OPINIÓN PERSONAL

«Disimule, manipule, mienta. Mienta todo lo que tenga que mentir. Pero que mi hija no se entere de que el personaje que le vuelve loca, la Alicia de Lewis Carroll, la del País de las Maravillas, va a estar en esta misma ciudad».

Eugéne Chignon es una institutriz con muy mala suerte que provoca accidentes de lo más cómicos donde quiera que va. Ha trabajado para numerosas familias, todas con nombres divertidísimos como Arrogueth, Petulant o Puntilliste. Pero en todas las casas ha sido despedida casi de inmediato, que es el tiempo que tarda en organizar un nuevo alboroto. 

Hasta que un día, una familia de Nueva York peculiarmente extravagante, los Welrush, deciden contratarla siempre que cumpla dos condiciones: Primera. Está prohibido hablar de Lewis Carroll y de su obra con su hija Alice. Segunda. Su hija no debe enterarse, durante los próximos cuatro días, de que van a homenajear a la Alice que inspiró a Lewis Carroll, ¡bajo ningún concepto!

La verdad es que Eugéne me ha parecido una desastriz muy graciosa, pero también me han gustado el resto de los personajes. Sobre todo Timothy, el hermano de la señora Welrush. Su comportamiento y sus salidas de tono son tan pintorescas que me han provocado más de una carcajada infantil. Y por supuesto, Alice es una niña ¡taaan! adorable.

La prosa de Diego Arboleda es tan amena y simpática que se lee sola. Me encanta cómo juega siempre con las palabras, y cómo esos juegos de palabras se convierten en situaciones desternillantes de las maneras más inesperadas. Sin duda, el autor es capaz de sorprender al lector a través de rarezas espectaculares. 

Por otro lado, podría decirse que las ilustraciones de Raúl Sagoste también forman parte de la narrativa. Como siempre, son tan exactas a las descripciones que aparecen en el texto que el libro no sería el mismo sin ellas. En definitiva, cada vez que estos autores se juntan hacen magia.

Por si todavía no os he convencido, lo diré una vez más: Prohibido leer a Lewis Carroll es una novela muy entretenida que gustará a lectores de cualquier edad. Con esta novela, Diego Arboleda se confirma como uno de mis autores favoritos, junto con Raúl Sagospe. La verdad es que no puedo decir mucho más sobre esta pequeña maravilla ilustrada. Los personajes me han hecho reír, la historia me ha sorprendido en más de una ocasión... Si os apasiona la literatura infantil tanto como a mí, tenéis que darle una oportunidad a esta lectura.

La edición de Anaya no es excelente, es magnífica. Por cierto: En las primeras páginas del libro, nos encontramos varios retratos de los protagonistas. Pero, ¡oh, sorpresa! En las últimas páginas, lo que encontramos son fotografías reales de la verdadera Alice, el premio Novel Murray Butler y Peter Davies (el niño hombre que inspiró Peter Pan).


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