Desafíame (Hasta los huesos) | Lena Valenti

Editorial: Montena


SINOPSS

Lara es una estudiante modelo que ha decidido darse un homenaje y vivir una aventura loca antes de ir a la prestigiosa Universidad de Yale. La semana antes de empezar el curso, se va con sus amigos Taka y Thais al Festival de Lucca, dispuesta a que sea su momento y que lo que pase en Lucca, se quede en Lucca.

Pero se equivoca: cuando conoce a Killian, un chico guapo, seductor y que hace parkour como si hubiera nacido para ello, Lara se deja llevar. El festival se va volviendo más frenético e intoxicante hasta que ambos presencian un asesinato. En el momento de la verdad, Lara no sabe a quién creer, a su corazón o a la evidencia.


OPINIÓN PERSONAL

«—Lara, lo que suceda en Lucca, se queda en Lucca. No mirarás atrás. Este es tu momento, nadie te conoce, y nadie te reconocerá después. Enloquece como una chica de tu edad. Sé por una vez la chica que se supone que debes ser. Solo se tienen dieciocho años una vez.
Por una vez en la vida, me esforzaría en dejar que las riendas las llevaran otros por mí.
Mi caballo interior necesitaba desbocarse».

Tal y como anunciaba la sinopsis, Lara es la típica protagonista de novela juvenil: una chica inteligente y responsable, que apenas tiene vida social porque dedica todo su tiempo y su energía a estudiar. Por supuesto, cree que es una chica del montón y dice que no le obsesiona su físico, pero está todo el rato hablando de sí misma. Volviendo a la historia principal, Lara ha sido admitida en Yale, pero antes de acudir a su futura universidad ha decidido concederse unos días sabáticos. Porque sí, ella también se considera una chica "rarita", una friki del manga japonés y los videojuegos. Y por esa razón, acude al Festival Internacional del Cómic, series y Videojuegos en compañía de sus dos mejores amigos...

Taka es el clásico japonés superdotado que no soporta la mediocridad (pero es amigo de Lara y Thaïs). Resulta que su mejor amigo es un experto en hackeo y en decodificación desde los doce años. En cuanto a Thäis, su gran capacidad de seducción le ha abierto muchas puertas durante los últimos años (tal cual). En definitiva, que ambos son millonarios, uno gracias a su inteligencia y la otra gracias a su cuerpo de modelo. Lo mejor de todo: Lara piensa que «no todas somos tan promiscuas ni estamos deseando levantarnos las faldas» como Thäis (sí, son mejores amigas). Pero cuando te fijas en el chico más atractivo que has visto en tu vida, corres a que Thäis te enseñe a maquillarte y a vestirte de manera provocativa porque necesitas llamar su atención (sin comentarios). Por cierto, Taka decide inscribir a sus amigas a una yincana organizada por el Premio Alan Turing. El premio: una beca. Sí, son tan millonarios que tienen la vida resuelta, pero aún así participan en vez de permitir que alguien más necesitada gane el evento. Por diversión, porque a Taka le encantan los retos. O-dio-sos.

Y más o menos por aquí, entra en escena Kilian, el líder de los Assassins Traceurs, un grupo de adictos al parkour que también van a participar en la yincana. Por decirlo de alguna manera, Kilian es el despertar sexual de Lara. No se conocen de nada, pero obviamente, se "enamoran" a primera vista. Pero yo no he conseguido enamorarme de Kilian en toda la novela, ni un poquito. Lara siente celos de un completo desconocido, cuando yo estaba deseando perderle de vista. El papel de gamberro sexy le queda muy grande a este personaje. Se supone que tengo que babear por sus huesos solo porque Kilian la llama cachorrita todo el rato y se pasa la mitad de la novela sobando su cuerpo, besándola y lamiéndole el cuello. Kilian cree que una mujer virginal e inocente como ella es un regalo porque pensaba que ya no quedaban chicas como ella. O-dio-so.

Por fin, cuando la historia comenzaba a estancarse en un baile erótico de lo más absurdo, aparece EL chico malo, ese personaje trillado que solo está ahí para que entorpecer su relación y hacer quedar a su colega como un héroe y un caballero salva-damiselas-en-apuros. ¡Sálvate sola, Lara! Mientras tanto, Thäis la anima a que se vaya de fiesta, se emborrache y se estrene sexualmente. Sí, señor.

Por último, de la familia de Lara mejor no hablo. Sólo diré que llama pijastra a su madrastra y que, gracias a ella, siempre viste ropa y complementos que cuestan un ojo de la cara. Por lo demás, todos los protagonistas me han parecido odiosos y ridículos a partes iguales.

La prosa de Lena Valenti siempre es correcta y bastante amena, de modo que todas sus novelas se leen igual de rápido. En esta ocasión, escribe la historia en primera persona, centrándose sobre todo en el mundo interior de Lara.

Sinceramente, la sinopsis es un resumen de toda la novela y no hay más. Una historia aburrida y muy del montón en la que apenas sucede nada de interés, demasiado típica todo el rato. Además, se deja todo lo "bueno" para el final. De modo que me ha parecido un inicio de trilogía decepcionante, a menos que busques una historia simplona sobre una virgen inocente que se enamora de un gamberro con un pasado oscuro.

En general, la historia peca de infantil pero las escenas de "amor" resultan bastante pornográficas. Leed las primeras páginas, y seréis testigos de cómo un hombre desconocido «bombeaba a un ritmo parecido al de un martillo».


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