13 septiembre 2017

Imposible pero incierto | R.R. López

Diseño de cubierta: Rubén García 


SINOPSIS

¿Hasta donde llegarías por salvar una vida? ¿Y por salvar tu ciudad? ¿Y por salvar el mundo? Córdoba. Anos 90. Durante una noche de juerga dos universitarios gamberros, Felio y Ramiro, descubren por Accidente a unos misteriosos encapuchados que están realizando un ritual de magia negra en la Mezquita. Una emocionante búsqueda los llevara a mezclarse en los siniestros planes de una peligrosa secta para despertar un mal antiguo y monstruoso que yace dormido en las entrañas de esta urbe milenaria. Con esta novela terroríficamente divertida R.R. López profundiza en la combinación de humor salvaje, terror y realismo fantástico que caracteriza sus historias. Mezclar el horror cósmico de Lovecraft con humor desternillante no es imposible, es "Imposible pero incierto."


OPINIÓN PERSONAL

Felio es un desastre de persona. Lo mismo te arruina un entierro con un sermón poco afortunado que sabotea un minuto de silencio en memoria de las víctimas de ETA. En un principio, puede parecer que el principal protagonista de la novela no está muy trabajado porque su discurso no es nada reflexivo. Pero, en realidad, el autor describe su personalidad, alto y claro, a través de un comportamiento que deja mucho que desear. En sus propias palabras, Felio tiene una estúpida bocaza con tendencia a hacer bromas procaces. Y bueno, digamos que esta persona no me caería demasiado bien. Sobre todo porque debería cuidar un poquito más su lenguaje cuando habla de las mujeres. Queda un poco feo y muy ofensivo llamar puta o pelandrusca a una mujer de vida alegre. EJEM.

Por el contrario, su amigo Ramiro demuestra un poquito más de sentido común y respeto hacia el prójimo. Pero claro, Ramiro es mucho más soso que las pajas mentales de Felio. Lo que convierte a Ramiro en un personaje bastante secundón, al igual que todos los amigos de Felio. Y casi todos los demás están cortados por el mismo patrón: adolescentes frikis y pajilleros con los que más de un@ puede sentirse identificad@.

Todo empieza una noche como otra cualquiera. Felio y Ramiro han salido de farra y se han agarrado una melopea de tres pares de narices. Y cuando Felio se para a mear, ve una luz sospechosa en la Mezquita. Bueno, en realidad, todo empieza con un "¿A qué no hay huevos?". Y con un par, Felio trepa a duras penas un andamio para descubrir con asombro que alguienes están realizando algún tipo de ritual extraño.

Como Ramiro es el más sensato de los dos, Felio es el único que empieza a obsesionarse con los sucesos anómalos pero explicables que están teniendo lugar a su alrededor. Y una sucesión de situaciones casi surrealistas les conducirán a ambos hasta una organización pseudorreligiosa y turbia integrada por desequilibrados con fines extraños.

Del resto de los personajes, mejor ni hablamos. Porque la mayoría son una burla grotesca y grosera de nuestra sociedad. En un principio, todos parecen muy secundarios, pero poco a poco la historia va tomando una forma amorfa que los relaciona a todos entre sí y raro es el secundario que no tiene algo de peso durante el desenlace.

Era una noche oscura y callada, y fría como la madre que la parió. Sí, las primeras palabras de esta novela ya nos anuncian el tono despreocupado que utilizará durante el resto de su relato. Sin embargo, he tardado unas cuantas páginas en acostumbrarme a una prosa tan florida y cargada de abjetivos. Al estar narrado en primera persona por el propio Felio, el protagonista se dibuja como un personaje zafio y pedante, todo al mismo tiempo. Sin embargo, la prosa mejora a medida que avanza. En general, es un libro que va de menos a más.

Por otro lado, creo que los diálogos le han quedado bastante naturales, un detalle que no es nada habitual. En parte es debido a que los protagonistas no piensan antes de hablar. De modo que su humor es muy de andar por casa, donde nadie nos oye. La mayoría de los chistes son recurrentes, bestias y barriobajeros; pero también tiene unos cuantos guiños más "intelectuales", puesto que se atreve con una sátira muy fina en contra de la iglesia, la política y demás folklore español. ¡El autor es un pecador de la pradera! En definitiva, si te ofendes o sulfuras con relativa facilidad, no te recomiendo su lectura.

Lo mejor de todo es que, te guste o no su historia, su estilo resulta muy entretenido. Además, todos los capítulos se terminan cuando llega la parte más interesante, así que es difícil abandonar su lectura si te está gustando la historia. Y las citas célebres de cada capítulo me han parecido la mar de apropiadas. Lo que menos me ha gustado es que algunos diálogos abusen demasiado de los dejes propios de cada personaje, más que nada porque su lectura se me hacía más pesada y no prestaba demasiada atención a esos párrafos. Lo peor (para mí) es ver escritas las palabras sicópata, sicólogo, sicodélico... asín. PSI, por favor. Por lo demás, una prosa muy trabajada.

¿Sinceramente? Creo que habría disfrutado muchísimo más de esta novela cuando era adolescente y empezaba a descubrir el gusto por la lectura. Es más, creo que cualquier adolescente salidorro va a disfrutar como el que más de esta novela. Porque es una novela de humor fácil, bestia y sucio. El argumento es -más o menos- "serio" y la historia está bien documentada, pero de pronto te sorprende con un chascarillo soez. Si bien no me ha reído todo el rato, confieso que las contadas carcajadas que me ha arrancado han sido de lo más contundentes.

En mi opinión, el meollo de todo el asunto tarda demasiado en arrancar. Los primeros capítulos son bastante cotidianos y el protagonista casi siempre está en la universidad, así que nos tenemos que tragar un montón de clases irrelevantes (o no) y padecer la extravagante fonética de algunos profesores. Y de nuevo, más clases y los mismos profesores. Durante unas cuantas páginas, Felio solo es un adolescente más, protagonista de situaciones que todos hemos vivido o pensado alguna vez y que, ya de adultos, no te hacen tanta gracia.

Por el contrario, me ha entrado la nostalgia por todas las referencias que hace. Series, música, famoseo... Es una novela muy española y mucho española. Y claro, siendo una historia de fantasía y terror ambientada en España, la cosa no podía acabar nada bien.

Pero acaba de puta madre. Poco a poco, el misterio se va haciendo cada vez más evidente y palpamos la tensión en el ambiente. Quizá me esperaba una ambientación muchísimo más oscura y menos parodia, pero es lo que hay: ficción absurda por doquier. La trama se vuelve mucho más interesante cuando, por fin, hacen acto de presencia las espeluznantes criaturas de Lovecraft. (Que por cierto, con esta lectura me han entrado unas ganas tremebundas de leer a este autor).

En definitiva, la historia principal no está nada mal, aunque daba para más, hasta el infinito. Y lo que es más importante, me ha parecido una lectura bastante entretenida que he devorado en apenas un par de noches. Como ya he dicho, le sobran clases teóricas y le falta un puntito de terrores nocturnos, pero es una novela que ha logrado mantenerme enganchada a su lectura y me ha hecho sonreír de vez en cuando. Cosa que se agradece.

A todo esto, Imposible pero incierto es la continuación de Historias que no le contaría a mí madre. Pero se puede leer perfectamente de forma independiente, porque son muy pocos los párrafos en los que me he sentido un poquito descolgada de las historias secundarias.

Hasta donde yo sé, Imposible pero incierto se trata de un libro autopublicado. Pero os diré que el texto está muy, muy cuidado. De hecho, solo he contado dos erratas sin importancia (se había comido una letra) en toda la novela. En cuanto a la portada, me gusta porque hace protagonista al autor cuyas obras han inspirado (creo yo) esta novela.

Por último, para hacer la lectura más inmersiva, al final del libro hay un apéndice que propone al lector ampliar la trama con pistas e información adicional, que debe ser leída solo tras leer el capítulo del libro al que hace referencia. En su blog personal encontraréis toda la información.


«Y recordad, la realidad no es lo que parece.»

«Cuando alguien de tu entorno muere, sobre todo cuando se es joven, la muerte te sorprende como un mazazo, recordándote tu propia finitud. La salud y la jovialidad son meros biombos a ambos lados del camino tras los que constantemente nos sigue, oculta, La Parca, esperando el momento para hacer su entrada. Si fuéramos plenamente conscientes de su constante acoso nos volveríamos neuróticos, apáticos y depresivos.»


No hay comentarios:

Publicar un comentario