Editorial: Plataforma Neo
SINOPSIS
Al caer la noche, Serena deja de ser Serena para transformarse en la chica del león negro, y el oscuro mundo de Némesis se convierte en su única realidad. Allí, en la sucia ciudad donde nunca sale el sol, la joven busca una curación para Pascal, el último paciente de su padre y su amor. Pero los siete Delirantes que gobiernan la urbe doblegando a todo aquel que acabe en sus dominios temen y odian a Serena, la única humana que aún no ha sido tentada por su poder.
Perdida en una lucha que quizá no pueda ganar, Serena se enfrentará a cualquier obstáculo para que Pascal pueda tener una vida normal. Secretos, arte, delirios y muerte se interponen entre la chica del león negro y su felicidad.
OPINIÓN PERSONAL
Némesis es el horror en estado puro, el lugar en el que el arte y las pasiones se alimentan de delirios, un mundo dominado por siete Delirantes y sus horribles tratos, capaces de enloquecer al más cuerdo de los mortales. Némesis es el mundo de lo que todos tenemos en común. Al igual que ocurre en los rincones más oscuros de nuestra mente, los ¿siete? Delirantes que gobiernan este mundo son: Locura, Cólera, Culpa, Pánico, Euforia, Celos, Odio y —la más peligrosa de todos— Melancolía.
Al caer la noche, Serena abandona nuestro mundo para adentrarse en Némesis, donde todos la conocen como la chica del león negro. Los Siete temen y odian a Serena, la única humana que todavía no ha sido tentada por su poder. Serena quiere impedir que los delirantes hagan más tratos, pero también está buscando una cura para la enfermedad mental de Pascal, el último paciente de su padre y su gran amor.
El padre de Serena era uno de los psicólogos más reconocidos del país y viajaba entre mundos para tratar a sus pacientes. Siempre había sobrevivido a los tratos con los Delirantes... hasta que un día se suicidó, dejando solas a su mujer y sus dos hijas. Gracias a los diarios de su padre, Serena descubre cómo entrar en el mundo oscuro y, también, que la cura para el trastorno bipolar de Pascal se esconde en Némesis.
De entrada, el mundo de Némesis me parece una obra original. Pero no me acaba de convencer lo poquísimo que ha desarrollado una premisa tan interesante. En mi opinión, este libro es una especie de oda a la creación artística. Creo que la autora bebe de la mitología más clásica y transforma los viejos mitos en una nueva tradición de creencias. No obstante, ensalza demasiado el ego de los artistas.
Mi principal problema con esta novela ha sido el trato que le concede a sus propios personajes. Los Delirantes, por ejemplo, apenas tienen protagonismo y carecen de historia personal. La mayoría interpretan un papel demasiado breve y se menciona sus nombres casi por obligación. Entiendo que los Siete son una metáfora preciosa y con moraleja final, pero se merecen algo más que un par de líneas. En general, todos los personajes están poco elaborados y la mayoría solo pasan de puntillas a lo largo de toda la novela.
Por cierto, la historia está narrada a dos voces de una forma, cuando menos, peculiar. En primer lugar, nos encontramos con el habitual narrador en tercera persona. Pero, de vez en cuando, un narrador en primera persona interrumpe el relato para entablar una conversación ¡con nosotros! Este personaje tan particular, que a mí personalmente me recuerda a un juglar histriónico, se describe a sí mismo como un mero observador.
La prosa de esta autora puede llegar a ser muy poética. Pero yo no acabo de sentirme cómoda con un ritmo narrativo tan monótono. Muy a mi pesar, me ha parecido una lectura demasiado tediosa.
En conclusión. La premisa era muy original, venía con las expectativas tan altas que, al final, la historia me ha sabido a poco. Y lo que es peor, los personajes y sus circunstancias no me han llegado en ningún momento. Es decir, una pequeña gran decepción.
«No hay nada peor que perder a aquel a quien amas, te lo digo por experiencia. Es algo que destruye una parte de ti, y ya nunca te recuperas de eso. Aprendes a vivir herido de muerte».
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