Traducción: Federico Eguiluz | Editorial: Alfaguara
SINOPSIS
Londres es una ciudad sobre ruedas: una ciudad como nunca habías visto. Tras la terrible Guerra de los Sesenta Minutos, las ciudades que sobrevivieron al apocalipsis se convirtieron en depredadoras, persiguiendo a ciudades menores y alimentándose de ellas.
Londres es una de ellas y se encuentra a la caza de una pequeña urbe, cuando Tom se topa con una joven asesina. Ambos acabarán en la Región Exterior, un páramo desolador marcado por las huellas de las ciudades ambulantes. Este es el comienzo de una gran aventura para estos dos chicos, que tendrán que aliarse para poder sobrevivir.
Máquinas mortales nos introduce en el mundo futurista de la tetralogía «Mortal Engines», en el que las máquinas son instrumentos de poder y la religión es la tecnología. En este mundo, el joven Tom, que nunca ha salido de Londres, se convertirá en un héroe que, tras verse alejado de su ciudad y de su amiga Katherine, luchará para conseguir que su urbe se salve de una destrucción inminente.
OPINIÓN PERSONAL
El mundo me parece tan original e interesante que he devorado la historia en tiempo récord. Me esperaba una prosa más enrevesada, con términos complejos, pero es una novela de corte más juvenil. La prosa es sencilla y amena, con muchísima acción. Muy entretenida, el argumento te atrapa desde las primeras páginas y no te suelta. Si bien es cierto que el desarrollo de la historia no siempre resulta creíble. Sobre todo porque los personajes me han parecido un poco tontos. Hester me enamora desde que aparece, pero Tom no me ha despertado la misma simpatía. En general, toman decisiones casi de forma aleatoria y los milagros de última hora están por todas partes. El final es un poco típico y no creo que me anime con el resto de la serie.
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