El Kraken despierta | John Wyndham

Traducción: Alejandra Freund | Editorial: Runas

SINOPSIS 

Todo comenzó con unas bolas de fuego que caían del cielo y se hundían en las profundidades marinas. Después llegaron las catástrofes en el mar y los ataques en las zonas costeras. Finalmente, el nivel de las aguas empezó a ascender...

Mike y Phyllis Watson, una pareja de periodistas, relatan cómo lo que al principio parece ser un curioso incidente se convierte en una calamidad global. Presencian aterradoras escenas de destrucción y ven con impotencia cómo el peligro avanza ante la inoperancia de los gobiernos y los prejuicios y la inconsciencia de gran parte de la población.

"El Kraken despierta" es un relato de una invasión alienígena en el que lo más importante es cómo responde la humanidad a la amenaza de su propia extinción y qué está dispuesta a hacer para sobrevivir. 

OPINIÓN PERSONAL

Mike y Phyllis Watson, una pareja de periodistas, están de luna de miel en un crucero cuando ven caer cinco bolas de fuego en el mar. En un principio, todo el mundo habla de meteoritos y nadie le da mayor importancia, solo que no es la primera vez que se documenta un fenómeno parecido. En cuanto Mike y Phyllis comienzan a investigar, descubren que las bolas de fuego no son tan inocuas como parecían en un principio. Alrededor del mundo, se están produciendo ataques marinos que la ciencia no puede explicar. Las grandes potencias mundiales no tardan en señalarse unas a otras, hasta que nadie puede negar la evidencia: el ser humano se enfrenta a una invasión extraterrestre.

He leído bastantes novelas de la misma temática y en su inmensa mayoría están centradas en el drama de la batalla, enfocando todo el peso de la trama en una lucha encarnizada por la supervivencia de la especie humana. Pero El Kraken despierta da un paso más allá, un paso de gigante. Entre sus páginas no encontramos una GRAN guerra, aunque describe con todo detalle los avances de los monstruos marinos y cómo se las ingenian para diezmar nuestra población hasta que ya no supongamos ninguna amenaza.

No obstante, lo que más me ha maravillado de esta historia ha sido una prosa crítica que disecciona nuestra sociedad desde todos los ángulos posibles, dejando al descubierto nuestras vergüenzas, que no son pocas precisamente. El autor nos presenta a una sociedad infantilizada y manipulada por los medios de comunicación que se resiste a creer en las evidencias científicas porque así lo dictaminan los intereses políticos. Sin lugar a duda, es más fácil mirar hacia otro lado y seguir felizmente con nuestras vidas.

Este libro me ha parecido un retrato de la sociedad simplemente sensacional (que no sensacionalista). El modo en que la gente se deja engañar cuando alguien les dice lo que necesitan oír, la indiferencia que sentimos cuando las catástrofes no tienen lugar en el primer mundo y la falsa creencia de que el ser humano es una especie de dios omnipotente capaz de resolver cualquier tipo de problema. La invasión extraterrestre es una excusa, el mapa en el que tienen lugar las idas y venidas de una sociedad que se ha perdido hace mucho tiempo. Un mapa perfectamente construido, precisamente porque resulta familiar.

Me ha sorprendido porque es un libro con sentido del humor. Los personajes no dejan de ser sarcásticos y me he topado con un sinfín de comentarios jocosos que me han sacado los colores y alguna que otra sonrisa. El personaje de Phyllis, por ejemplo, me encanta. Y la batalla religiosa que tiene lugar en Santander me ha parecido lo más surrealista que he leído en mucho tiempo. No he podido ofenderme con la imagen que tenía el autor de los habitantes porque estaba demasiado ocupada riéndome.

Pero también me ha entristecido que este libro fuera escrito en 1953 porque el mundo no ha cambiado nada desde entonces. Después de lo que hemos vivido en los últimos años (pandemia, guerra), el trasfondo político y social de este libro está más vigente que nunca. Sin embargo, las últimas páginas nos regalan cierto optimismo: el ser humano siempre sale adelante, como especie hemos salido de cosas peores.

«Empezó de manera imperceptible. Si hubiera sido más obvio... y aun así es difícil saber qué podríamos haber hecho incluso aunque hubiéramos descubierto antes el peligro. Descubrir y prevenir no van necesariamente unidos.»

«¿Puede imaginarnos tolerando otra forma inteligente sobre la Tierra, independientemente de dónde haya venido? Si ni siquiera somos capaces de tolerar más que insignificantes diferencias en las maneras de pensar dentro de nuestra propia especie.»