Traducción: Raquel García Lozano | Editorial: Siruela
SINOPSIS
El lector tiene entre sus manos una Aggadah, una parábola, con todo su simbolismo y carga metafórica, que cuenta la historia de un pequeño pueblo embrujado sobre el cual ha recaído una extraña maldición: la desaparición de todos los animales... De noche, en el pueblo, un raro e imposible silencio habita la oscuridad. También de día la ausencia total de animales deja su huella: ni un perro, ni un gato, ni siquiera una mosca o un grillo. Algo debe de haber sucedido: los niños preguntan y algunos adultos se enfadan. Otros no, como la maestra Emmanuela con sus extraños dibujos, o el viejo pescador Almón, cuyas redes están siempre vacías, o la panadera, que en vano echa migas en el patio para pájaros que nunca vendrán. Hasta que Maya y Mati, dos niños empecinados en encontrar la verdad, se atreven a desobedecer la ley establecida y parten para su aventura...
El autor de Una historia de amor y oscuridad nos entrega un maravilloso cuento para todos los que creen en la sabiduría de la infancia. Una parábola sobre la diversidad y el valor de ir a contracorriente.
OPINIÓN PERSONAL
El escenario en el que transcurre esta parábola es un pueblo maldito, silencioso y triste. Nehi, el diablo de la montaña, baja de su palacio negro cada noche y pasea como un espíritu maligno en busca de algún signo de vida. Eso cuentan los padres a sus hijos. Los adultos fingen haber olvidado que los animales desaparecieron hace años, durante aquella noche maldita en la que pasaron cosas de las que no pueden sentirse orgullosos. No hablan de ello, al menos en presencia de los niños.
Los únicos que hablan de la extraña desaparición son tachados de locos y viven solitarios al margen del la sociedad. Cuando el pequeño Nimi empezó a soñar con animales, los niños despreciables de su clase le hicieron bullying hasta que el pequeño, antes risueño y optimista, huyó del pueblo y se adentró solo en el bosque.
Mati y Maya, compañeros del niño desaparecido, se adentran en lo profundo del bosque pese a las advertencias de los adultos, precisamente para descubrir los secretos que esconden. A diferencia de otros niños, son curiosos e inocentes, y desafían las normas para buscar respuestas.
Su historia es un cuento oscuro de fantasía con muchísimo trasfondo social: los protagonistas critican duramente a quienes se burlan de las personas "no normales" que no encajan en el grupo social. Los que aun tienen esperanza son objeto de burlas, incluso los más pequeños aíslan al que piensa diferente.
No es una narrativa puramente lineal, los capítulos mezclan lo que está sucediendo con divagaciones y recuerdos. Es un cuento adornado con muchas historias personales, aunque no sobra nada y en absoluto es un relato confuso. Si tengo que ponerle un pero, las descripciones del bosque son extensas y la variedad me ha sacado del lugar.
Es un libro con moraleja, el diablo de la montaña defiende la preservación de la naturaleza y condena el maltrato animal. Su mensaje nos recuerda que todos somos seres vivos, estamos en el mismo barco y merecemos el mismo respeto.
«Sueña todo lo que quieras, pero cállate. No lo cuentes. No te conviene.»
«Quien no sabe no puede ser considerado culpable.»
«La oscuridad es un enemigo cruel.»
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