Diseño de cubierta: Cristina Campillo (Corintia13x)
SINOPSIS
En el año 1898, el pintoresco pueblo de Emberville sufre un trágico incidente. La vida de unos padres de familia es arrebatada en medio de las llamas de su hogar, dejando atrás a su hija Megan de apenas seis años de edad.
Años más tarde en 1912, la vida de Taylor toma un giro inesperado cuando su madre fallece y debe de asumir la responsabilidad de la fábrica textil familiar, aunque debido a la enfermedad que padece le resulta una tarea casi imposible, pero la llegada de Megan a Emberville marca el comienzo de una inesperada amistad. A medida que su relación se fortalece, ambas mujeres descubren una profunda atracción romántica. Megan decide ayudar a Taylor a revitalizar su fábrica textil y juntas idean la creación de un revolucionario producto: el sujetador. Sin embargo, su amor y emprendimiento se ven amenazados por oscuros secretos y antiguas enemistades que surgen de las cenizas de la muerte de los padres de Megan.
OPINIÓN PERSONAL
Tras la muerte de su madre, Taylor Warmwood aguarda la llegada de su nueva institutriz, una mujer que va a enseñarle todo acerca del negocio familiar. Su padre murió cuando ella tenía cuatro años y nadie la ha educado para dirigir la fábrica textil. La salud de Taylor es delicada, sufre una condición extraña que le provoca largos episodios de convalecencia. «Era una mujer y estaba enferma, las dos peores cosas que le podían ocurrir a alguien que deseaba triunfar en la vida.»
Su nueva institutriz es Megan Lovelace, una mujer de origen humilde con un pasado oscuro. Megan ha aceptado la oferta de su padre de formar a la señorita para salir de su pueblo y conocer el lugar de su infancia. Hace doce años, perdió a sus padres biológicos en un incendio provocado por “la chica del vestido blanco como la luna, su pelo rojizo ondeaba como el estandarte de las llamas del infierno”. Siente que había algo extraño y llega a la mansión decidida a descubrir la verdad.
Realmente Megan no investiga nada y se limita a acompañar a todas horas a la señora de la casa. Taylor se presenta en las primeras páginas como una chica altiva y tosca, pero a medida que conocemos sus circunstancias personales se hace querer. Su historia de amor es dulce, demasiado edulcorada para mi gusto, ambas ensalzan la devoción romántica con palabras elevadas y sentimientos poéticos.
El argumento, al margen de un amor prohibido, está compuesto por dos tramas. El aprendizaje textil de Taylor y su incorporación al mundo laboral en una época de hombres, relata brevemente la invención del sujetador. Pero sin duda, la segunda trama, más oscura y mejor desarrollada, es la que ha captado toda mi atención.
La ambientación tiene cosas buenas y malas en la misma proporción. Por un lado, la ambientación histórica me parece poco documentada y abundan los detalles nada creíbles para la época. Prefiero la ambientación de la vivienda. La mansión es un escenario lúgubre que recuerda a los relatos clásicos de casas encantadas. En todo momento nos acompaña una presencia fantasmagórica que, cuando aparece, vuelve el aire pesado y enrarecido.
Pero esta presencia no es el único toque paranormal de la novela. Algo terrible está a punto de desatarse en Warmwood. Megan tiene visiones de vidas pasadas de las personas y a través de esas “ensoñaciones” descubrimos los secretos familiares y la enfermedad que aflige a Taylor desde hace décadas.
El manejo de los tiempos y el suspense es interesante. Si bien debo decir que la obra necesita una revisión. No tanto la ortografía, que está muy cuidada y bien corregida, como en la coherencia de los detalles. Por ejemplo, intercambia los nombres con frecuencia y la confusión momentánea entorpece un poco el ritmo de su lectura.
Como primera novela, nos deja con la curiosidad de leer lo próximo que escriba, tiene un estilo bonito y un camino prometedor, le falta pulir y madurar la prosa.
«Lo único a lo que puedo aspirar en mi vida es ver amaneceres y sumergirme en la prosa triste.»
«Parece que Dios nos ha abandonado y que en este pueblo el diablo se ha encarnado en forma de mujer.»
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